Desarrollar más la radiología intervencionista, el tratamiento de hepatopatías virales, el empleo de la endoscopia terapéutica y el diagnóstico y seguimiento de enfermedades inflamatorias intestinales con el uso de células madres y son algunas de las proyecciones futuras de los trabajadores del Instituto de Gastroenterología de Cuba, referente nacional y latinoamericano de la especialidad luego de medio siglo de fundado.
Su directora, la doctora Caridad Ruenes Domech, en acto celebrado este jueves en la sede de la institución, ratificó el interés por continuar elevando la preparación de los recursos humanos cubanos y foráneos y mejorar ilimitadamente, como dijo el Comandante Fidel, la calidad de la atención médica que se ofrece.
La viceministra de salud, la doctora Marcia Cobas Ruiz, se sumó a la felicitación por el aniversario 50 del Instituto y dio lectura a la carta enviada por el doctor Roberto Morales Ojeda, miembro del Buró Político y Ministro de salud, en la que el titular del ramo elogió los resultados alcanzados por la entidad en los últimos años y exhortó a sus trabajadores a asumir el reto de redoblar los esfuerzos para alcanzar resultados superiores y merecer la acreditación hospitalaria en función de la excelencia.
La ocasión fue propicia para recordar al doctor Raimundo LLanio Navarro, padre de la Gastroenterología cubana y maestro latinoamericano de la especialidad.
Las doctoras Ruenes Domech y Cobas Ruiz entregaron reconocimientos a fundadores, personalidades y trabajadores con una larga y destacada trayectoria laboral, protagonistas de los logros alcanzados por el centro, rector del diagnóstico y tratamiento de las afecciones del tracto digestivo en el país.
El más noble y humano de los oficios es el de salvar vidas y preservar la salud, como afirmara Fidel, y 50 años después de creado, el Instituto de Gastroenterología se esmera en que así sea.