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Sobre la discusión de una política nacional de diseño, que entre sus objetivos tendrá la implementación de un modelo de gestión para los principales grupos industriales del país, y que se discutirá antes de finalizar el presente año, se conoció en la última jornada del VIII Congreso Internacional de Diseño de La Habana, que sesionó en el Palacio de Convenciones desde el martes hasta este jueves, con la participación de más de 300 delegados procedentes de 16 países.
Pedro García Espinoza, director de la Oficina Nacional para el Diseño, expuso a los participantes la necesidad de extender a todo el país el capital profesional de esta especialidad y de potenciar una visión de la misma más integrada a las dinámicas de la sociedad.
En este sentido apuntó que de los más de 2 300 profesionales que forman parte del registro nacional, más del 90 por ciento se encuentra en la capital, por lo que se impone incentivar la formación y la labor de estos profesionales a otras áreas de interés económico y social de la Isla.
Sergio Luis Peña, presidente del Comité Organizador, convocó a generar un diseño que tenga más en cuenta al hombre y lo haga con amor, para que el resultado sea bienestar y mejoría, siempre desde la creación y la calidad.
Destacó la necesidad de entender el diseño como una herramienta para resolver los problemas de la sociedad en todos sus espacios, desde la investigación y el accionar de los profesionales.
