El claustro de profesores está integrado por cerca de 29 doctores, preparados para desarrollar el proceso docente-educativo a un nivel muy alto. Autor: Roberto Morejón Guerra Publicado: 21/09/2017 | 05:56 pm
Este 16 de octubre la Academia Naval Granma arriba a su aniversario 55. Pero más allá de la celebración por haber graduado en medio siglo a más de 7 000 hombres y mujeres de mar, la fecha sirve también para comprobar que esta institución docente, lejos de envejecer, continúa renovando sus modelos de actuación, planes y programas de estudio.
«Contamos con dos niveles de formación, medio y superior, que se actualizan en sintonía con el resto de las instituciones docentes de los ministerios de Educación y de Educación Superior», explicó el joven capitán de corbeta y Doctor en Ciencias Pedagógicas Roynier Arnaldo Collazo Bertot, primer profesor de la Cátedra de Marinería.
En ambos niveles se desarrollan los perfiles de mando, relacionados con la formación de los profesionales que ocupan los cargos de mando y dirección, y el técnico, que prepara ingenieros y licenciados, afirmó.
Entre las especialidades de nivel superior se cuentan las Ciencias Navales y Náuticas, Cubierta y Maquinista Naval, Constructor y Armamento Naval, así como Servicios Radiotécnicos e Hidrografía y Geodesia.
En el caso del nivel medio se incluyen Cubierta, Cubierta Tropas Guardafronteras, Protección de la Frontera Marítima, Artillería y Cohetes, Minas y Torpedos, Maquinarias Navales y Servicios Radiotécnicos.
La Academia, además, tiene entre sus prioridades la superación de posgrado para oficiales y profesionales que prestan servicios en la Marina de Guerra Revolucionaria (MGR), las Tropas Guardafronteras y organismos de la rama marítima de la Administración Central del Estado.
Modernos y funcionales
Para el desarrollo del proceso docente-educativo, la institución dispone de una moderna y funcional base material de estudio, compuesta por aulas especiales, laboratorios, polígonos, simuladores, la Unidad de Buques de Instrucción y el Buque Escuela Carlos Manuel de Céspedes.
«Tenemos simuladores de navegación, comunicaciones y de máquinas y cargas líquidas. Estos tienen un nivel de realismo muy grande y permiten la realización de las actividades prácticas, además de ser útiles para la realización de posgrados que se ofrecen a oficiales de la MGR o Marina Mercante», expresó el capitán de fragata Fidel Delgado Viera, jefe del Centro de Simuladores, con 24 años de experiencia en la Academia Naval.
«Por su nivel de realismo no solo permiten materializar los planes y programas de estudio, sino también la realización de investigaciones en función de la economía nacional», añadió.
En tal sentido, el capitán de corbeta Collazo Bertot precisó que el claustro de profesores está compuesto por cerca de 29 Doctores, preparados para desarrollar el proceso docente-educativo a un nivel muy alto. «Comparados con otras universidades a nivel mundial, el conjunto de conocimientos, habilidades y valores que reciben nuestros guardiamarinas está equiparado».
Cristian González Gil, guardiamarina de cuarto año en la especialidad de Radioelectrónica y Armamento Naval, dice sentirse muy preparado para, una vez egresado, ocupar cualquier puesto que se le designe.
«Es una especialidad difícil, pero muy completa y fascinante. En ella damos materias como Matemática, Física, Química, Fundamentos de la Mecánica y otras más vinculadas a la especialidad como radioelectrónica, armamento y técnica…», apuntó.
En un barco —dijo— ocupamos el puesto de ingeniero principal en el departamento de combate o en las bases técnicas de cohete en las instalaciones terrestres. O sea, somos los encargados de mantener el armamento listo en caso de que haya que hacer el disparo. Ante cualquier avería, nosotros tenemos que poseer la habilidad y experiencia para saber dónde está el problema.
Algo similar opina la guardiamarina Mariflor Erlis Segura, de segundo año de Ingeniería en Armamento, Minas y Torpedos, quien estima que recibe una preparación integral entre teoría y práctica.
«Me encanta mi especialidad porque trabajo con el armamento, con algo concreto. Sientes que, en caso de que el país lo necesitara, tú vas a estar en la primera fila, y que va a depender mucho de ti el resultado que se obtenga», concluyó.
Algo de historia
La primera escuela náutica de Cuba se fundó en el poblado de Regla, La Habana, en los comienzos del siglo XIX. Pero no es hasta el 28 de enero de 1916 que se crea la Academia Naval, en la finca Rubens, en Mariel.
«Al principio se dedicó específicamente a la formación para la Marina de Guerra y posteriormente, en 1928, se amplió a la Marina Mercante», recordó el capitán de navío Raúl Céspedes Enamorados.
El triunfo de la Revolución —afirmó— trajo para esta institución el inicio de una transformación radical en su estructura y un proceso de proletarización en su alumnado, que supuso el comienzo de una nueva Academia. Desde ese momento se eliminaron las trabas discriminatorias y el ingreso comenzó a ser masivo, agregó.
En el año 1978, por el Decreto-Ley No. 14 del Consejo de Estado, se declara la Academia como Centro de Enseñanza Superior, y en 1982 se graduó la primera promoción de ingenieros.
A mediados de la década de los 80 del siglo pasado se trasladó hacia nuevas edificaciones en la playa de Baracoa, al oeste de la capital. Y en octubre de 1987, el entonces Ministro de las FAR, General de Ejército Raúl Castro Ruz, ratificó la propuesta de nombrar la institución como Academia Naval Granma.
En la actualidad se encuentra ubicada dentro del campamento de la Academia de las FAR General Máximo Gómez, Orden Antonio Maceo, Orden Carlos J. Finlay, luego de que sus instalaciones anteriores fueran destinadas para crear la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM).