No conozco un corazón más grande que el de Nelson Mandela, dijo el canciller de Belice, Wilfred Elrington, recordando al recientemente fallecido líder sudafricano, cuyos principios comparó con los del Gobierno y pueblo de Cuba, al resistir con gran valor e integridad, el bloqueo económico más fuerte jamás impuesto a una nación soberana.
El Canciller se refirió a que la única forma de vencer flagelos que acechan al continente como el narcotráfico, el terrorismo, el hambre y los fenómenos naturales es la integración, constituyendo este un imperativo para todos los presentes.
Elrington aludió a que todos los países representados en la cumbre alguna vez han sufrido el colonialismo y que esos tiempos no deben volver, pues con la unidad latinoamericana se consolidan los sueños de libertad de hombres como Martí, Bolívar, Chávez, Fidel y otros líderes históricos.
Comentó que la Celac, además de ser una agrupación de naciones con culturas y tradiciones diferentes, es como un niño recién nacido al cual muchas fuerzas le desean la muerte, por lo que debemos cuidar de este mecanismo hasta que alcance su madurez plena, y ese es el compromiso que tiene Belice con la Comunidad.
Wilfred Elrington finalizó diciendo que el continente está lleno de instituciones que no funcionan y que la Celac no se puede convertir en una de ellas, pues si no le damos continuidad, lejos de la bendición que esperamos que sea se convertirá en una pesadilla.
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