SANTIAGO DE CUBA.— Los cafetaleros de esta provincia, territorio que aportará más del 40 por ciento de la masa planificada nacionalmente para la presente cosecha, trabajan por sobrecumplir el estimado de Acopio de 1 370 000 latas planificadas, y entregar al país más de 100 000 latas del grano por encima de lo previsto.
Carlos Manuel Arzuaga, subdelegado de Café, Forestal y Apicultura en la Delegación territorial de la Agricultura, explicó que con las miras puestas en incrementar la exportación y sustituir importaciones, y tras una valoración profunda de la marcha de la presente contienda y de su alcance en los siete municipios productores, han diseñado una nueva estrategia para encarar la recta final.
Terminar con éxito la cosecha de la variedad Arábigo e iniciar la del Robusta con alta eficiencia, solamente recogiendo el café maduro y pintón y despulpando el ciento por ciento del cerezo que se recolecte, están entre los propósitos que, según el directivo, deben permitirles a los santiagueros alcanzar 1 420 000 latas de café.
Asimismo se apela hoy a la conciencia de productores, campesinos y cooperativistas para, con un precio estimulante (80 pesos la lata de 18 libras), comprar una cantidad de café seco que garantice los nuevos incrementos del volumen de masa planificado.
Para asegurar las pretensiones santiagueras en esta etapa decisiva de la cosecha, con la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) y el sector cooperativo y campesino, que tiene en sus manos cerca del 70 por ciento de la producción, se ha establecido una estrategia de trabajo con los más de 3 000 estudiantes que poblarán los campos hasta cerca del 10 de diciembre.
También se movilizarán alrededor de 1 500 hombres y mujeres de la Agricultura, que desde campamentos asumirían la recogida del Robusta maduro durante los días finales de diciembre.
Mantener el rendimiento industrial de ambas variedades cafetaleras en el orden de las 4,20 libras por lata, es otra arista en la que enfocan hoy sus esfuerzos los caficultores santiagueros.
Este territorio encamina un programa de reanimación cafetalera en aras de garantizar que las 24 000 hectáreas que se dedican aquí a dicho cultivo estén en condiciones de respaldar con su rendimiento agrícola el propósito de aportar a la economía nacional 7 822 toneladas de café en el año 2015.
Así se crean las condiciones en viveros para la siembra que garantice la repoblación de las áreas despobladas y de avanzada edad que abundan aquí, y la creación de otras nuevas que abran definitivamente el camino a la recuperación de la producción cafetalera en esta región.