Alertan sobre la posibilidad de que los polos de poder pretendan resolver esta nueva etapa de la crisis económica mundial mediante la militarización de la economía
Una mayor integración que no tenga solo en cuenta las dinámicas económicas, comerciales y financieras, sino que abarque la cooperación solidaria y social, fue defendida este miércoles por economistas latinoamericanos en La Habana, como una alternativa para enfrentar los efectos de la crisis del sistema capitalista actual, la cual se vislumbra aún larga y con mayores efectos para nuestras economías, a pesar de que los polos centrales, como EE.UU., fueron los culpables del descalabro.
Durante un panel dedicado a la integración latinoamericana en el Encuentro Internacional de Economistas sobre la Globalización y Problemas del Desarrollo, José Rivera Banuet, secretario permanente del Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe (SELA), recalcó que una región vinculada económica, política y socialmente será mucho más fuerte, y subrayó como ejemplo de esta cooperación la ayuda brindada por Cuba a muchos países de la región en sectores como la salud y la educación.
También recalcó que la actual integración es aún insuficiente y que le falta mucho para llegar a ser «lo que pensamos y queremos».
Por su parte, el mexicano Jaime Estay, de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, indicó que en las circunstancias actuales América Latina está en mejores condiciones que en décadas anteriores para unirse y aportar políticamente a que el actual desorden internacional no ponga en riesgo los intentos de integración, como sucedió en otras etapas de crisis capitalista.
Ambos especialistas también destacaron que la región debe tener una voz propia en la reestructuración de un nuevo orden económico internacional y en la redefinición de su inserción en este.
Igualmente recalcaron que no se trata de aumentar el número de instituciones regionales, sino de fortalecerlas y de lograr que Nuestra América se integre en un solo mecanismo, para lo cual se necesita voluntad política.
Los debates también alertaron sobre la posibilidad de que los polos de poder resuelvan esta nueva etapa del desastre mediante la militarización de la economía, como ha ocurrido anteriormente, y llamaron la atención sobre el hecho de que esta crisis es también de valores, pues se trata de un sistema que, lejos de optar por la vida, ha estado enfrentado a los pueblos originarios de América y en desequilibrio con la naturaleza.
El tema de la integración latinoamericana fue subrayado en otras conferencias sobre el Banco de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA) y la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR)
Por su parte, a primera hora de la tarde, el asesor científico del Consejo de Estado, Fidel Castro Díaz-Balart, en una conferencia ofrecida sobre las nanotecnologías, explicó que el desarrollo de estas en un contexto justo y equitativo sería provechoso, pero que en un mundo donde prevalece la globalización neoliberal y una concentración corporativa sin precedentes, ocurre lo contrario.
La soberanía de las naciones aparece muy amenazada, según señaló, pues la aplicación de la nanotecnología podría facilitar la eliminación de formas enteras del comercio tradicional y poner en peligro la supervivencia de comunidades e incluso naciones, como sucede con la creación nanotecnológica de sustitutos del caucho y del algodón, rubros exportables de países del Sur.
Se está creando en la práctica —subrayó— un mundo «nanodividido», de la misma manera que ya lo está en cuanto al acceso a la informática, a la biotecnología y a otros campos. Y esa brecha se extenderá, añadió.