Foto: Roberto Meriño Un carnero con semejanza humana —verdadera rareza zoológica— nació el pasado 8 de febrero, como integrante de un parto de trillizos, en la Base de Reserva Estatal La Estrella, del municipio de La Lisa, en Ciudad de La Habana.
Se trata en realidad de una malformación congénita nunca vista en un parto de carneros en Cuba. No se parece absolutamente en nada a sus dos hermanitos recién nacidos, y en cambio tiene gran similitud con el cuerpo de un ser humano del sexo masculino, con ombligo, caderas, muslo, pierna, pene y testículos, aunque vino al mundo sin pies, sin tórax y sin cabeza.
«Nunca he conocido ni visto un caso igual. Nació sin respirar, porque no tiene pulmones, ni corazón, pero con más tamaño y peso que sus dos gemelos normales, que tienen forma de carnero y están vivitos y coleando», comentó la doctora veterinaria Micaela Gamboa Viltres, perteneciente a la granja de la referida Base de Reserva Estatal, entidad dirigida por Ramón Rivera Piedra, quien nos acompañó en nuestras indagaciones.
«Una carnera pare normalmente cada cinco meses uno o dos carneritos. Este es un parto triple. Como ustedes ven, se parece a un hombre de la cintura hacia abajo. Tiene 30 centímetros de largo, 16 de ancho, con testículos más grandes de lo normal en un animal de este tipo recién nacido —siete centímetros de largo y cinco de ancho—, aunque con un pene más pequeño, de tres centímetros solamente», explicó la doctora.
El muslo izquierdo de esta extraña malformación tiene diez centímetros, y carece de pierna, mientras que el muslo derecho sí termina en pierna y mide en total 19 centímetros.
Al dorso se aprecian los glúteos, similares a los de un ser humano. Ese rarísimo engendro pesó más que cada uno de sus dos hermanitos, 1,70 kilogramos, es decir, 3,6 libras, y fue el último en nacer.
Aclaró la veterinaria que un hombre, por fuerte y joven que sea, no puede embarazar a una hembra animal. «Lo más que puede ocurrir es el nacimiento de un ser vivo con fenotipo semejante al humano, como en este extraño caso».