Los miembros de la Organización de Pioneros José Martí realizan mensualmente su asamblea, y tres veces al año se entregan distinciones a los más sobresalientes
Dagné es una estudiante de octavo grado. Ella cumple con sus actividades docentes y extradocentes; es Cumplidora, mas no es Distinguida.
«Sé que puedo dar mucho más, pero a veces por problemitas de salud no participo en todas las actividades o presento problemas con la asistencia y la puntualidad. Sé que fue esa la razón por la que no pude alcanzar la Distinción 28 de Enero, pero me esforzaré más para obtener la próxima».
Por estos días hubo fiesta emulativa entre los miembros de la Organización de Pioneros José Martí (OPJM). El escenario fueron las asambleas pioneriles y el otorgamiento de la Distinción 28 de Enero. Esas son las jornadas que los pioneros esperan para plantear sus inquietudes y analizar posibles soluciones.
Geisel Sánchez es la presidenta de su destacamento, y por eso siempre organiza estas reuniones en coordinación con el jefe de exploración y campismo y los profesores guías.
«Ese es un día de mucha agitación, porque los muchachos están ávidos por expresar sus preocupaciones. Es ahí donde seleccionamos democráticamente a los que deben o no ser cumplidores, y las acciones que se acometerán con los que no lo sean».
El uso correcto del uniforme, la asistencia y puntualidad, la participación en todas las actividades políticas, culturales, deportivas y del Movimiento de exploradores, son algunos de los parámetros que se analizan en dichos encuentros. Esta evaluación se anota en el carné de la Operación Revolución, que cada uno tiene.
La última asamblea realizada en el país tuvo una particularidad: se entregó la Distinción 28 de Enero.
Según expresó a JR Keyla Estévez García, vicepresidenta de la Organización, las distinciones se les otorgan a los cumplidores de la emulación que sobresalen cotidianamente en sus actividades. «Ser cumplidor no significa ser distinguido, hay que dar más».
Este estímulo se entrega tres veces al año: en enero, homenajeando el natalicio del Apóstol; en abril, con motivo del aniversario de la OPJM y el de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC); y en junio, recordando al Guerrillero Heroico y Antonio Maceo. Los estudiantes que las alcancen todas resultan vanguardias al final del curso.
En Secundaria Básica este proceso tiene una particularidad especial, porque es el nivel en el que se realiza el proceso de crecimiento a las filas de la UJC.
«Todos los que estén en noveno grado pueden llegar a ser militantes de la Juventud Comunista, pero la cantera principal la constituye los que han obtenido todas las distinciones durante los tres cursos. El proceso de crecimiento es voluntario, pero selectivo. Por eso los mejores de en-tre los distinguidos son los que tienen las condiciones para llegar a ser militantes», aseguró la Vicepresidenta de la Organización.
Vicente Luis Díaz Melián está terminando la Secundaria y ha obtenido cada uno de estos reconocimientos en los años anteriores. Él sobrecumple con todas sus actividades y responsabilidades como pionero porque le gustaría que se le iniciara el proceso de crecimiento a la UJC.
«Poder integrar las filas de la UJC es el más alto honor para un estudiante de noveno grado. Llegar a ser joven comunista me hace sentir que puedo hacer más por Cuba».
El próximo mes volverá a las aulas el movimiento de la asamblea pioneril, y al finalizar el trimestre una nueva distinción será entregada. Ahora los muchachos se movilizan para mejorar lo señalado, y así alcanzar los máximos reconocimientos dentro de su emulación.