El arte encontró una estremecedora manera de convivir en la Isla de la Juventud
NUEVA GERONA.— La Isla de la Juventud cambió su apariencia en apenas horas como consecuencia del paso arrasador del huracán Gustav el pasado 30 de agosto. Esta realidad conmovió a muchos artistas cubanos, entre ellos el pinero Alexis Leyva Machado (Kcho). Impulsados por el carácter redentor del arte arribaron a este terruño reconocidos actores y actrices como Isabel Santos y Felito Lahera.
Kcho, quien nació, creció y se formó en Nueva Gerona, lugar que marca toda su obra pictórica o escultórica, vino con sus instrumentos para cooperar en lo que haga falta. «La Isla cambió completamente. Es otra muy distinta a la que conocí, y debo estar aquí, con los míos, con un mensaje de esperanza», manifestó el artista.
«Para que sea como antes, o mucho mejor, hará falta tiempo y muchos recursos. Los que la llevan muy adentro, como yo, tienen un compromiso íntimo con ella y es un deber ayudarla a levantarse», comentó.
La metamorfosis más asombrosa: los integrantes de la brigada artística suben a ese otro escenario de vida y esperanza que es el trabajo de construir casas. Por eso regresó, para hacer convivir la guitarra y el pincel con el martillo y la pala, y compartir con los pineros el enorme reto que significa la recuperación. Le acompañan otros nacidos en esta isla, como Kelvis Ochoa, Carlos Gonzalvo (el profesor Mentepollo) y Javier Guerra, además de amigos como el pintor Ernesto Rancaño.
En sus mochilas cargan también herramientas de construcción, con el fin de ayudar a cambiar lo antes posible el panorama del territorio. «La solidaridad es uno de los valores que más ha fomentado la Revolución», subrayó el artista de la plástica.
La llegadaA su arribo a la Isla de la Juventud el trovador Kelvis Ochoa comentó a JR la tristeza que sentía al ver al terruño prácticamente devastado. Su mirada mostraba dolor tras caminar las calles de Nueva Gerona.
«No lo puedo creer, las imágenes de la televisión no pueden ilustrar esta realidad tan cruda. Quiero ir a Santa Fe, donde viví muchos años, pero puedo imaginármela después de ver a Gerona», confesó.
Carlos Gonzalvo (el profesor Mentepollo) hizo reír a todos con los últimos resultados de sus indagaciones. Carlos Gonzalvo, el Mentepollo de Deja que yo te cuente, ahora convertido en «solidario Mentepollo», resistió los embates de Gustav junto a sus familiares aquí y regresó de nuevo con Kcho para contribuir a restaurar casas, calles, industrias... Y el espíritu de sus coterráneos.
«Esto es demasiado serio como para hacer chistes; me pasé todo el ciclón aguantando la puerta para que no se la llevara el viento y ahora estoy aquí, junto a mi pueblo, para hacer lo que mejor sabemos y ayudar también en lo que haga falta», acotó.
La actriz Isabel Santos, quien recorrió las principales arterias de esta ciudad y algunas instituciones culturales, como el museo municipal, la Escuela Vocacional de Arte Leonardo Luberta y el taller de grabado El Pinero, todas seriamente dañadas, expresó: «El pueblo de Cuba no ha visto la magnitud de los daños todavía. La televisión no puede recoger lo que nosotros hemos visto. La Isla tiene que levantarse y está destruida totalmente».
En el terrenoDesde el primer día la comitiva visitó centros de evacuación de la capital pinera y los ubicados en los alrededores, donde departieron con las personas más afectadas por el paso del meteoro, quienes recibieron a los artistas entre risas y aplausos.
«Al menos nos alegran el alma. Después de tantos destrozos escuchar mensajes de esperanza nos anima. La solidaridad de estos muchachos no se puede pagar con nada; ellos no fueron afectados y sin embargo están aquí para alegrarnos a nosotros; eso es maravilloso», dijo Hedí, vecino del Mesón.
En la secundaria básica en el campo Lino Figueredo, devenida centro de evacuación, 325 personas del sureño poblado de Cocodrilo, La Fe y Nueva Gerona se agruparon en el pequeño teatro y vieron el documental Elogio de la virtud, del realizador Roberto Chile, la película Vampiros en La Habana, de Juan Padrón, y más tarde corearon temas de Kelvis y bailaron hasta la madrugada con la conga santiaguera. En ese momento parecía que el ciclón no había pasado, fue la impresión del periodista Danny González Lucena.
Los artistas recorrieron comunidades rurales como La Reforma y Mella, esta última considerada una de las más dañadas, donde colaboraron con los moradores en la reposición de cubiertas de techo, barrido de escombros y limpieza general.
Allí uno de los cantautores, David Torrens, se lesionó la columna vertebral y fue atendido en el Hospital General Docente Héroes del Baire. «El dolor no va a impedir que cante por la noche para el pueblo de la Isla de la Juventud; a eso vine y es lo que voy a hacer», subrayó.
«El encuentro con esta realidad extrema me enriquece el alma, y poder compartir arte con estas personas, y ayudarlas al menos en su recuperación espiritual, es por supuesto un privilegio», comentó.
También matizaron el inicio del curso escolar 2008-2009 al visitar varias de las instalaciones habilitadas para impartir clases a más de 20 000 estudiantes de todas las enseñanzas y acompañaron al General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, durante el recorrido por zonas afectadas del Municipio Especial.
Otras miradasInvitado por Kcho, Danny González Lucena se impresionó mucho al ver la ciudad sepultada en los escombros y el casi nulo trasiego de personas por las calles; cada edificio tenía impregnada la huella del desastre, en forma de cristales rotos y puertas derribadas.
«Solo ha transcurrido poco más de una semana desde que tomé el avión hacia la Isla de la Juventud, y desde entonces la nostalgia es un sentimiento irrevocable que me asalta. Quizá intento comprender de manera más efectiva mi amor inquebrantable hacia este terruño, después del dolor y la destrucción que he visto», escribió.
Rafael Lahera, uno de los pioneros en la brigada, expresó: «A la Isla le digo la isla de mis sueños, y queremos que la gente mantenga vivo ese sueño. Hay que seguir con el mejor de los ánimos y tener la certeza de que el país está poniendo todo su empeño, todos los recursos necesarios para que la Isla salga de donde está en el menor tiempo posible; eso es lo importante y hay que decírselo a la gente».
«Por eso yo hablaba en la carta a Fidel de los puntos de información, de lograr que la gente sepa lo que está pasando para que no se disipe la energía y no se pierda el estado de ánimo. Por eso estamos aquí, para mantener la moral por el cielo; esa es la idea de esta brigada que no es artística, es solidaria. Creo que la solidaridad es la cosa más bella que ha inventado la Revolución», apuntó Kcho.
Antes de partir de la Isla de la Juventud, el General de Ejército Raúl Castro Ruz expresó: «Me voy contento porque vi a los pineros contentos. Hablé con diversas personas y no vi ninguna cara hosca. Les pido que conserven ese espíritu de dar solución a los problemas. La Isla se volverá a poner como antes... más bonita y próspera».
Hoy, se puede ver un panorama diferente, los pineros recuperan la pulcritud de sus calles, reponen las cubiertas de techos propios y de sus vecinos, se solidarizan con aquel que perdió la mayoría de sus pertenencias y comparten hasta el plato de comida.
También se destacan aquellos que dejaron las comodidades de su hogar y llegaron a esta Isla desde todos los rincones del país a brindar una mano amiga, porque los cubanos somos así, con el ánimo y la frente en alto ante cualquier contingencia.
Cuba vive hoy una situación catastrófica. La furia combinada de los vientos y las lluvias intensas de Ike y Gustav sacudió la economía, los servicios y la vida social de los cubanos, pero ya se levanta en todo el país la bandera de la voluntad y el compromiso de ser más fuertes que nunca.