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Intercambian trabajadores sociales sobre el uso eficiente del combustible en la zafra 2008

Durante el Resumen Nacional de chequeo de esa tarea, los jóvenes pidieron que las «incidencias» detectadas no se engaveten

Autor:

Juventud Rebelde

El buen estado de la maquinaria de los centrales resulta vital para optimizar el uso de los energéticos. Foto: Rodolfo Blanco Cue/AIN Los trabajadores sociales recordarán por siempre a los hombres del campo, metidos en los cañaverales. Les ha conmovido verlos tan «humildes», «muchas horas bajo el sol», tan ávidos y merecedores de ser más acompañados y «estimulados en sus condiciones materiales del día a día», y sobre todo en «lo espiritual», de donde el corazón se alimenta, ya sea de fiestas o desolaciones.

Hablaban de ese modo los muchachos durante el Resumen Nacional de una de las muchas tareas que la Revolución les ha confiado: «Por el uso eficiente del combustible en la zafra 2008».

En la sala teatro Álvaro Reynoso, del Ministerio del Azúcar, los más destacados en la experiencia compartieron este último sábado con dirigentes juveniles y del MINAZ las principales impresiones recogidas tras pulsar el funcionamiento de un grupo de centrales azucareros a lo largo y ancho de la Isla.

Minutos antes del encuentro en la sala teatro, una conversación sostenida con Roger Cabrera Rodríguez, responsable del Frente de Atención a las Tareas de la Revolución Energética en el Programa de los Trabajadores Sociales, permitió conocer que desde el año 2006 los jóvenes distinguidos con sus pulóveres azul prusia, unidos al MINAZ, se han esforzado en el afán de que en la zafra se ahorre combustible.

En el año 2006, que fue el primero de la tarea, los muchachos laboraron junto a estudiantes universitarios, con inspectores del Ministerio del Transporte (MITRANS) y con especialistas de la Asociación Nacional de Economistas de Cuba (ANEC). Esa vez, 42 centrales estuvieron bajo la lupa; y se ahorraron unas 4 700 toneladas de diésel.

Los trabajadores sociales volvieron a la carga en 2007. En esa ocasión solos. El ahorro de combustible fue de 1 182 toneladas. Para la zafra de 2008 tomaron parte —a partir de diciembre del año 2007 y hasta junio de 2008— en los 23 centrales más ineficientes de la temporada anterior, en 13 provincias del país, de lo cual se derivó un ahorro de 1 098 toneladas de diésel, cifra que representaba el 6,5 por ciento de la asignación real de combustible destinada a la veintena de centrales.

Lo importante de ese esfuerzo reciente desplegado por más de 700 trabajadores sociales, es el conjunto de medidas que han propuesto para zafras venideras. En la reunión de este sábado, durante el Resumen Nacional de la Tarea, pidieron con justeza que las «incidencias» detectadas no se engaveten; no tomen el camino aciago del olvido.

Incidencias

En la reunión resumen de la tarea, los trabajadores sociales pidieron con justeza que las incidencias detectadas no se engaveten. Foto: Roberto Suárez Las voces de los jóvenes trasuntaban responsabilidad por cuanto habían visto y vivido. El trabajador social que estuvo al frente de quienes atendieron la provincia de Granma, habló de cómo, para que el central azucarero en el cual permanecían no detuviera su paso, una locomotora recorría largas distancias para hacer llegar la caña, aunque la carga fuera solo una porción del total que podía trasladarse. Por otra parte, la pipa que debía distribuir el combustible no tenía reloj. Y ambas deficiencias ya habían sido detectadas en temporadas anteriores.

«Podríamos pasarnos cinco, diez años enfrascados en detectar problemas, pero si estos persisten no habremos resuelto mucho», comentaba el muchacho.

De lo constatado en Guantánamo, alguien destacó el acercamiento entre los trabajadores del MINAZ y los muchachos vestidos de azul. De ese territorio, en el central analizado, se hizo evidente el mal estado de las combinadas cañeras, de las locomotoras y de los viales. Daba pena conocer de una locomotora arrastrando sus carros lentamente, durante una jornada de muchas horas, lo cual hacía imposible el cumplimiento de los itinerarios. Y a pesar de todo, el central Argeo Martínez logró un ahorro notable de combustible.

Por lo vivido en Cienfuegos, un joven volvió sobre la idea de haber encontrado las mismas incidencias de otros tiempos. Entre los desafíos estuvieron la obsolescencia de los equipos, las dificultades para transportar a los trabajadores sociales, y el insuficiente control del combustible que se consumía, sobre todo en el campo.

De Sancti Spíritus un muchacho resaltó la ausencia de varillas con las cuales pudiera medirse rigurosamente el combustible, así como la llegada semanal de partes que debían arribar con frecuencia diaria a determinados lugares, y la poca atención y comunicación, en algunas empresas, con ellos.

Otro joven hizo uso de la palabra para, a partir de lo estudiado en provincia de La Habana, revisar el estado técnico de los equipos que intervienen en el corte y tiro de caña. Y describió la imagen insólita de una locomotora de patio que permanecía encendida durante largo tiempo, porque tenía problemas con el motor de arranque.

En un central de Holguín se hallaron varios tractores que tenían problemas con el motor de arranque y permanecían encendidos por más de seis horas. Foto: Franklin Reyes Igual sucedió en un central de Holguín, donde se encontraron varios tractores encendidos por más de seis horas, por no contar con motor de arranque, alternadores ni baterías.

Los campos de caña, que en unos lugares rinden y en otros no, estuvieron entre los temas abordados en la reunión. «En algunos sitios se está trabajando con poca caña —se advirtió—; si eso no se tiene en cuenta, si en algún momento lo que hay en el campo es prácticamente hierba y marabú, los índices de consumo de energía serán inevitablemente altos».

Se comentó la buena noticia de que hayan entrado combinadas nuevas en Camagüey, pero a la vez afloró la preocupación nacida de que los campos no estén adecuados para estas. Mientras, en Pinar del Río ha sucedido algo diferente: la caña estaba en óptimas condiciones; pero no así el estado técnico del central que debía moler.

Como médicos rigurosos, que no cesan en su empeño hasta acopiar toda la información necesaria para llegar a un buen diagnóstico, los trabajadores sociales avanzaron en el cumplimiento de la tarea a pesar de todos los obstáculos. Y la petición recurrente ha sido que sus hallazgos sirvan para que en nuestras zafras azucareras se trabaje mejor y se obtengan frutos al menor costo posible de algo tan preciado como el combustible.

Gratitud

«Uno de los principales logros de ustedes en esta tarea es haber demostrado que sí pueden hacerse las cosas y que, contra todos los pronósticos, se puede ahorrar», expresó a los trabajadores sociales Nelson Labrada Fernández, vicetitular del Ministerio del Azúcar, quien además definió que la presencia de los muchachos en los centrales ha sido una manera muy eficaz de enfrentar las justificaciones que suelen aflorar entre cuadros, profesionales y técnicos.

El dirigente explicó que entre muchos azucareros persiste la cultura del derroche; de poner a funcionar una locomotora el tiempo que se estime si al final el producto va a generar ganancias. Y es así como se ha entronizado la cultura de la ineficiencia y de la chapucería en un número importante de empresas».

A los trabajadores sociales Nelson Labrada les aseguró: «Ustedes siéntanse orgullosos por haber hecho algo que vale la pena. Es cierto que pasaron trabajo, que enfrentaron condiciones difíciles, falta de sueño, carencia de ropa adecuada, pero han sido muy útiles en el empeño de mejorar el socialismo en nuestro país».

El Viceministro abordó el tema de la obsolescencia de los equipos del sector azucarero, situación que poco a poco podrá irse revirtiendo, e hizo énfasis en los factores subjetivos, en aquellos que atentan contra la organización, esa que los trabajadores sociales han defendido tanto en su paso por las temporadas de zafra.

Tampoco pasó por alto lo oportuno del análisis humano; no perder de vista las numerosas necesidades de las personas que trabajan en el sector, y la importancia de saber deslindar muy bien, entre cada una de ellas.

A propósito de quienes incurren en deficiencias, el vicetitular hizo énfasis en que hay que tomar medidas disciplinarias. «Quien es reiterativamente ineficaz, no puede ser cuadro».

Y a los jóvenes, en nombre de la dirección del Ministerio, les comentó en tono de gratitud: «Estén seguros de que el MINAZ ha tomado con mucha seriedad sus recomendaciones. Queremos aprovechar al máximo todo lo que ustedes han hecho».

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