Frente al espejo
«Rocío: He leído detenidamente el tema tratado por usted sobre la entrega de los premios Zapaticos de Rosa que ha realizado la Organización de Pioneros José Martí a la cantautora Liuba María Hevia (Canciones contra la pena, 21 de noviembre), por su noble participación en las salas de los hospitales, llevando ese bello mensaje que ella sabe entregar a los niños, pero con mayor ternura y profesionalidad a los que padecen graves enfermedades.
«Supo usted utilizar los títulos y formato de las letras de las canciones para, de manera muy profesional, hacer que nos sintiéramos parte de ese reconocimiento que se le ha dado a Liuba por ese desprendimiento de amor, desinterés y sentido de humanidad.
«Se me ocurre pensar que sería oportuno que otros artistas —sé que otros lo hacen, pero digo de una forma más masiva— también lleven su arte y su esperanza a niños y madres que luchan por no dejarse arrebatar la vida en el momento más hermoso que vive un ser humano.
«Ojalá que muchos verdugos que asesinan a niños en otras partes del mundo leyeran este mensaje que usted tan brillantemente nos ha brindado... La felicito. Usted ha ilustrado su trabajo con el mismo amor que brindó Liuba a los niños que visitó. Usted también merece un reconocimiento». (Lázaro Tito Valdés León, eterno joven lector)
«Soy fiel seguidora de las secciones del periódico y comparto las opiniones y criterios acerca de varios temas que abordan. Aprovecho para felicitarlos por el buen trabajo que están haciendo y le doy mi máxima aprobación a la crónica ¡Manos pa’ arriba, mi gente! (Yoelvis Lázaro Moreno Fernández, estudiante de Periodismo, 27 de noviembre). Abogo porque se tomen medidas con los animadores musicales que incurren en la chabacanería... Además de que las canciones en muchos casos no poseen una letra para nada saludable, ahora hay que sumarle lo que gritan los mal llamados animadores, quienes a mi juicio solo están animando la incultura y la falta de educación». (Celia Pérez Martín, trabajadora de la Sede Pedagógica de Florencia, Ciego de Ávila)
«Comparto plenamente contigo la opinión que tienes sobre el mal uso de las computadoras (ugando al solitario, Osviel Castro Medel, 26 de octubre). Algunas personas no le dan el uso adecuado, lo cual trae como consecuencias el gasto de energía eléctrica, la pérdida de tiempo en el trabajo y el deterioro de los equipos». (Alberto Debs Cardellá)
«¡Qué forma más atractiva y emotiva usted tiene para contar sucesos vividos! (Clase magistral, Alina Perera Robbio, 22 de noviembre). Tanto derroche de talento no puede pasarle por alto a los seres humanos. También recuerdo a mis primeros maestros. Textos como estos hacen vibrar a corazones jóvenes que se llenan de esa esperanza que unas líneas le dan para algún día llegar a ser como usted». (Miguel Ángel)
«Clase magistral en vivo de cuatrocientos quilates. Así pudiera llamársele a los tres artículos publicados en la página de Opinión del Dominical (Clase magistral, Alina Perera Robbio; ¿Evangelio vivo?, Luis Luque; y Lances, Nelson García Santos, 23 de noviembre). Estos trabajos demuestran el altísimo nivel profesional de nuestros periodistas. Los tres han dado una disertación de buen Periodismo, desde la poética evocación de Alina, pasando por la preocupación justa de Luque, hasta la cruda realidad abordada por García Matos. ¡Enhorabuena, Juventud Rebelde! Periódicos y periodistas como ustedes son los que necesita la Cuba de hoy. Manténganse así». (Rafael Rodríguez Frías, estudiante de Comunicación Social en la Universidad de Oriente. Santiago de Cuba)
«Estimado José Luis Estrada Betancourt: Tuve la suerte de leer su crítica sobre el concierto dirigido por Ulises Hernández en la Sala Dolores de Santiago de Cuba (José Luis Estrada Betancourt, 23 de noviembre). Le estoy agradecida por el análisis minucioso de las piezas y del concierto en su totalidad. Conozco la entrega de Ulises a toda obra que merezca ser escuchada, y la incorporación de jóvenes músicos de gran talento. Siempre que se realiza un concierto deben hacerse estos trabajos, para que la cultura musical cubana se reconozca en toda su magnitud, sobre todo en autores cubanos de diferentes escuelas, como esta, iniciada por Roldán y Caturla y continuada por los miembros del Grupo de Renovación Musical en los 50 del siglo pasado.
«Me gustaron sus palabras en esta crítica, y le ruego me haga llegar las próximas... Le saludo entusiasmada de leer sus trabajos y le deseo siga realizando esta ingente labor». (María Teresa Linares)