Frente al espejo
Siempre he pensado que el mejor homenaje a los héroes es la actuación consecuente y cotidiana con las ideas que ellos defendieron. Ello no excluye que tengamos homenajes especiales, como los que ocurren en estas jornadas previas al cumpleaños de la Unión de Jóvenes Comunistas.
Los encuentros con fundadores de la organización, las iniciativas de los comités de base, las entrevistas y reportajes en los medios de prensa sobre las tareas cumplidas por la UJC... todo contribuye a que fijemos la vista en los orígenes y se agolpen las memorias y los sueños.
René Borrego González también viaja en el tiempo, y la sección de hoy es un balcón para asomarnos a sus evocaciones:
«Dentro de pocos días la UJC cumplirá 45 años. Cada año esa fecha me trae recuerdos inefables de mi vida y mueve cada fibra revolucionaria de mi ser.
«Leyendo la entrevista brindada por el compañero Ricardo Alarcón, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, publicada en JR el 1ro. de marzo, sobre la integración del movimiento juvenil cubano en una sola organización, vi la foto tomada en 1962, en que aparecen un grupo de brigadistas de la AJR en una plenaria de la organización previa al 1er. Congreso que dio vida a la Unión de Jóvenes Comunistas.
«En la foto aparecen compañeros como René Romeu (cayó en combate mientras cumplía misión internacionalista en Yemen), Felipe Ruiz (actual embajador de Cuba en Tanzania), entre otros ya desaparecidos o que se mantienen vinculados al quehacer revolucionario. Y en esa imagen aparezco yo, que entonces contaba 16 años y poco tiempo después de tomarse la misma fui elegido delegado directo —junto al resto de quienes cursábamos la Escuela Nacional de Cuadros Fulgencio Oroz— al histórico congreso en que nació la UJC, y que fuera clausurado en una inolvidable concentración por nuestro Comandante en Jefe.
«Con orgullo puedo decir que fui el delegado más joven en aquel cónclave, y me felicitaron por ello durante un mitin realizado en uno de los breves descansos entre las sesiones de trabajo. Ahora que se aproxima el aniversario de la UJC, creo que debe tener algún significado el que haya sido el delegado más joven a aquel magno y trascendental evento, y que aún permanezca vivo e inclaudicable en mis principios, junto a Fidel, Raúl y la Revolución.
No se trata de vanidad mía ni de falsa modestia, sino de orgullo por el papel que en aquel momento me tocó vivir junto a miles de jóvenes, y del cual me gustaría que supieran mis hijos.
«Deseo que se repare este desconocimiento. Ello serviría de estímulo y satisfacción para mis hijos, el mayor de los cuales milita en la UJC y pasa el año de servicio militar para ingresar en la universidad».