Acuse de recibo
«Cansada de tanta insensibilidad», así caracteriza su estado de ánimo Elidia Fonseca Oliva, quien me escribe desde calle 13, No. 14, en Niquero, provincia de Granma.
Y la razón es que hace varios meses se obstruyó la conductora de aguas residuales del círculo infantil Amiguitos de Nicaragua y de varias viviendas aledañas a esta institución. Los largos años de explotación de la red hidrosanitaria no permiten prácticamente evacuar los residuales.
Lo preocupante es que hace más de seis meses las aguas residuales se acumulan en el patio de Elidia, convirtiéndose en una laguna de oxidación y poniendo en riesgo la salud de su familia, del vecindario y también la de los niños del círculo infantil.
Para que se tenga una idea del peligro, esa acumulación de agua negras está a menos de cinco metros de la cerca perimetral del círculo y a solo 15 metros de las áreas de juego de los niños.
Refiere Elidia que la situación en su vivienda es insostenible, pero como la contaminación está fuera de la institución educativa, nadie la toma en serio… hasta que algo grave suceda.
Manifiesta que en los últimos meses ha acudido a la unidad empresarial de base Acueducto y Alcantarillado de Niquero, al Gobierno y el Partido en el municipio, e incluso, a directivos provinciales de la Construcción. Sin embargo, no recibe una respuesta concreta.
En ocasiones, agrega, han destupido la obstrucción de la tubería, y a los pocos días vuelven las inundaciones.
Según la Dirección de Acueducto, puntualiza, es la comunidad quien tiene que resolver la situación, porque ¡eso es una red particular! Y ella replica: si es una red particular, ¿por qué está conectada al círculo infantil y a más de 20 viviendas de calles aledañas?
«La situación higiénico sanitaria de Niquero, señala, es complicada en estos momentos. Mi esposo y yo somos dos personas mayores y no podemos continuar rodeados de esta infección.
«Acudo a la sensibilidad y al sentido común, porque ninguna institución estatal puede funcionar a costa de dañar las viviendas colindantes. Si el derrame de agua negras fuera dentro de la cerca perimetral del círculo infantil Amiguitos de Nicaragua, otro gallo hubiera cantado y aparecerían los recursos y la voluntad para solucionar la situación.
«Hace unos meses estaba previsto que nuestro Presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez visitara Niquero. Acto seguido, destupieron la tubería. Sin embargo, fue una solución temporal, pues requiere cambiar más de cien metros de tuberías, o de lo contrario tomar interés y destupir cada vez que sea necesario», concluye con la esperanza de que se tome en serio tan grave situación.
Un caso más que, pudiendo solucionarse en el territorio, tiene que estremecer a toda Cuba en un medio de prensa nacional, a ver si alguien se sensibiliza con el peligro que están corriendo.