Acuse de recibo
A pesar del hincapié gubernamental por solucionarlos, los problemas con los bultos enviados del exterior mediante las transitarias siguen generando descontento.
Osana Osoria Arrué (Calle 26, No. 3 510, entre 35 y 37, Playa, La Habana) cuenta que en abril de 2022 recibió información de que habían llegado, por medio de la entidad Transcargo, ocho paquetes que le enviaron de Panamá. Y desde entonces, su hija comenzó a reclamarle a esa entidad y no le daban respuesta. Al cabo de muchas visitas, malos tratos y peloteo, afirma, en noviembre de ese año reconocieron que los bultos fueron robados en sus almacenes, debido a la desorganización, desidia y falta de control imperantes.
En diciembre del propio 2022 las recibió el propio director de Transcargo, quien les aseguró que se conformaría un expediente para indemnizarlas. Ya a la altura de abril de 2023, sin noticia alguna, Osana volvió a llamar y se entrevistó con la responsable allí de Atención a la Población.
Y le respondieron por teléfono finalmente que el expediente estaba listo, pero como eran tantos los extravíos, habían dividido los casos en dos grupos. Y el suyo estaba en el segundo; que hasta tanto la Empaquetadora radicada en Panamá no hiciera el pago de los primeros no saldría el de los otros.
«A ella y a todos los que me han recibido, refiere, he dejado constancia de mi desacuerdo con ese método; toda vez que han pasado dos años y si la empresa panameña se demora cinco años en pagar a los primeros, ¿cuándo corresponderá a los segundos?
«Soy una adulta mayor. ¿Estaré viva para recibir la indemnización de los paquetes, que además de ser un delito cometido en esa empresa, en la cual puse mi confianza para que me enviaran los bultos, no asumieron la responsabilidad de custodiarlos como correspondía y ahora me hacen esperar?
«Al cabo de dos años no tengo ni los bultos ni el dinero, contando, además, con que según ellos, hay que cobrar en el lugar de origen y la amiga que me hizo el envío ya no vive allí. ¿Tendremos ayuda de la Empresa? Soy víctima del mal actuar de individuos inescrupulosos, de la irresponsabilidad, de la ineficacia y ahora me hacen esperar. Me pregunto hasta cuándo.
«El Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, ha expresado en varias reuniones de trabajo que mientras haya un paquete extraviado en esa empresa es signo de ineficiencia y falta de respeto al pueblo, lo que daña la credibilidad de esa entidad», termina la remitente.
Alejandro Báez Pérez, graduado en Medicina hace dos años, está muy preocupado desde que comprobó que recientemente se le otorgó esa carrera y las de Ingeniería a egresados de preuniversitario que suspendieron las pruebas de ingreso a la Educación Superior en las tres asignaturas.
El joven, quien reside en 210. Edificio 20813, apto. 7, entre 208 y 29, en el reparto La Coronela, del municipio capitalino de La Lisa, confiesa que siente indignación por ello, como supone que la sentirán muchos egresados universitarios.
«¿Cómo es posible, expresa, que yo haya sacrificado noches, vacaciones y hasta horas de diversión para estudiar una carrera y tener un título universitario en una disciplina respetable, y que hoy se premie la mediocridad y el desdén?
«¿O será que nos hemos convertido en una suerte de parodia, en la que se premia la ignorancia? Sinceramente, me gustaría que fueran respondidas, o al menos conocidas, este tipo de dudas, preguntas y preocupaciones que albergamos aquellos que nos sacrificamos realmente para tener una buena carrera y labrarnos un futuro respetable», concluye.