Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

EL pasado 20 de octubre, desde la ciudad de Santiago de Cuba, Gustavo Gutiérrez Romero contó que la Empresa Aguas Santiago, sin crear condiciones y para resolver un viejo asunto con aguas negras, abrió el 18 de septiembre de 2022 una zanja que ocupaba la mitad de la cuadra donde vive (Cortés, entre Trocha y San Fernando), y otra en San Fernando, entre Carlos Dubois y Cortés.

«Se pueden contar con los dedos de una mano los días trabajados en el referido lugar, decía. Esto ha traído como consecuencia que varias personas hayan enfermado al proliferar el mosquito y vectores, al encontrarse dicha zanja con gran cantidad de agua, montones de tierra a ambos lados que se dice que tienen que evacuar».

Añadía la irritación vecinal por «la indolencia y desidia» de las autoridades competentes. Indicaba que la inactividad tenía que ver con el carro desobstructor, el único en la provincia. Y cuestionaba: «Cuando no contaban con esa moderna técnica, ¿cómo se resolvía este tipo de situación? ¿No está concebida una alternativa, si para cada problema se deben plantear varias de antemano? ¿Hasta qué nivel tendremos que elevar y plantear esta queja? Cuando llueve la zanja prácticamente se llena e inevitablemente seguirá incidiendo en la salud del vecindario».

Y el pasado 13 de diciembre respondió Ludmila Rodríguez Barroso, directora general de Aguas Santiago, que «en visita realizada por Ernesto Cedeño, jefe de la zona 26 de Julio, y Rosalí Brook, técnica de mantenimiento del consejo popular, quienes han estado al frente de los trabajos que se acometen en ese lugar, explicaron a Gustavo que en esa  área se está trabajando desde el 18 de septiembre en la desobstrucción, reparación y sustitución de las redes de alcantarillado del colector de Jesús Menéndez, incluyendo la  limpieza de los tragantes, donde hubo demora por las interrupciones, fundamentalmente por las lluvias en el mes de septiembre, y luego por inestabilidad con los equipos complementarios».

Agregaba que por las lluvias se produjo derrumbe de la tierra hacia el hueco, lo que motivó que el trabajo comenzara desde cero. Pero se culminó el trabajo con total solución, pues se sustituyeron 48 metros de alcantarillado afectado, se repararon las acometidas de agua y alcantarillado deterioradas y se recogieron los escombros.

Y ahora vuelve a escribir Gustavo para manifestar que la respuesta de Aguas Santiago «no reflejó en toda su magnitud la veracidad de las causas que motivaron el atraso en la ejecución del trabajo; además, por ningún lado pude apreciar mi inconformidad con la respuesta que los compañeros mencionados traían elaborada de antemano.

«Es falso lo relacionado con las constantes lluvias. Se aferran a falsas razones para no admitir ineficiencia, negligencia e indolencia hacia los problemas que ellos mismos causan a la población y después demoran en dar solución.

«Le voy a decir más: la referida zanja, una vez abierta y al paso de varios días sin realizar el trabajo previsto, hubo que taparla porque los compañeros que ocupan un cargo, devengan salario y poseen los conocimientos se percataron de que había que profundizarla más y la retroexcavadora que se necesitaba no podía trabajar allí por peligro de derrumbe, haciendo doble el gasto de recursos humanos y de moto. Como si nuestro país estuviera en condiciones para ello.

«¿Así podremos avanzar? ¿Es el genocida bloqueo norteamericano el responsable de todos nuestros problemas?

«Y el segundo aspecto, la calidad del trabajo realizado: ahora el siguiente paso sería asfaltar el tramo averiado, que corresponde a Viales. Pero hay una sección en la calle afectada por el tránsito vehicular ocasionando ruptura y por consiguiente salideros de agua potable en acometidas que ellos restauraron. Y conocemos las consecuencias en la proliferación de mosquitos y vectores  que no contribuyen a la lucha antivectorial que impulsa nuestro país y sí puede afectar la salud de la población.

«Esta situación ha sido reportada en varias oportunidades por algunos vecinos, entre los que me incluye. Y hasta ahora permanece igual. Ni siquiera han hecho acto de presencia para valorar o definir la magnitud del problema, lo cual quiere decir que Viales, aunque estuviera en condiciones de realizar el trabajo, no puede ni debe ejecutarlo en esas condiciones».