Acuse de recibo
Ricardo Hugo Losada Foronda (Carretera Central no. 56, El Centro, Gaspar, Baraguá, provincia de Ciego de Ávila) escribe en nombre de los 26 asociados a la cooperativa de producción agropecuaria (CPA) Evelio Marrero, para revelar que desde junio pasado y hasta el cierre de septiembre no han podido cobrar sus haberes.
Refiere que esa CPA, fundada en febrero de 1982 y con sostenido prestigio en la producción de caña de azúcar, así como de granos y hortalizas, ha retrocedido paulatinamente, al extremo de que hoy tiene una situación económica financiera deplorable, la cual impide que ellos cobren los ingresos por su trabajo.
Añade que la situación se ha agravado en 2022, cuando apenas se cortaron 2 048 toneladas de caña, y los ingresos no fueron suficientes para pagar deudas con empresas y con el Banco.
«La CPA, manifiesta, no tiene los medios ni los recursos para saldar esta deuda que amenaza con crecer. No está en manos de nosotros los asociados, pero nos hemos mantenido en los diferentes puestos de trabajo, esperando por una solución que, a nuestro criterio, deben darle las entidades facultadas para ello —y a las que se les ha comunicado—: Azcuba, ANAP y Partido.
«Somos padres de familia que estamos luchando con una inflación de precios que se hace insostenible, y por ello, el 22 de septiembre, en asamblea general de asociados, se tomó como acuerdo unánime hacer esta petición a través de la prensa: Una solución definitiva al asunto, o la disolución de la cooperativa, para incorporarnos a otro centro de trabajo», concluye.
Johanna Mendizabal Roig (Pasaje A no. 11, entre Espadero y San Miguel, Sevillano, Diez de Octubre, La Habana) está desesperada, porque desde el pasado 30 de agosto le enviaron desde Suiza un paquete de leche para su bebé de nueve meses, a nombre de su mamá, Georgina Roig Cárdenas. Y aún no se lo han entregado desde la División de Paquetería Internacional de Correos de Cuba, en Vento y Camagüey.
El 4 de octubre ella llamó una vez más a Atención a la Población y allí le dijeron que había muchos bultos y paquetes, y hay atrasos.
No le dieron una fecha tentativa o algún estimado del tiempo que demora.
«Me dicen que no han abierto la valija procedente de ese país. He estado llamando todos los días hace más de 20 días. Me dan diferentes respuestas y explicaciones, pero ninguna solución real.
«Le escribo porque no sé a dónde más acudir. Necesito esa leche para mi bebé urgente. Es conocida la situación del país con la leche, y, por desgracia, no tengo MLC para comprarla en esas tiendas. Solo soy una madre desesperada, buscando ayuda para su bebé», termina.
Por otra parte, reitero por enésima vez, por favor, que las cartas a esta sección deben llegar con nombre y apellidos del remitente, y su dirección particular. Y la historia debe ser narrada con precisión, sin vaguedades ni dudosas inexactitudes. Y las misivas escritas a mano deben tener una caligrafía inteligible. Muchas gracias.