Acuse de recibo
Rubén Vega García (Avenida 2da. No. 16, entre 4ta. y 5ta., reparto Nuevo Bayamo, Bayamo, Granma) no se explica cómo es posible que desde el 26 de diciembre del pasado año presentara una queja al Director de la Organización Básica Eléctrica (OBE) de ese municipio, acerca de un peligro para su familia y para las personas que transiten por ese lugar, y aún no haya recibido respuesta alguna.
Refería en su carta que el 15 de diciembre de 2019 se personaron allí trabajadores de la Empresa Eléctrica, quienes colocaron un cable de aproximadamente 20 metros hasta la vivienda situada en el lateral derecho de la suya, el cual pasa por encima de los perímetros de su propiedad.
Dicho cable, apuntaba, es de servicio de 220 voltios, y tiene un empalme sin recubrir, medida elemental de seguridad. Y pasa por encima de un área comunitaria donde juegan niños. «Representa un peligro potencial por la altura, la tensión, y porque, en mi criterio, no se han seguido los protocolos de seguridad establecidos para esos casos», manifestaba entonces Rubén en su carta.
Y le solicitaba al Director de la OBE que algún funcionario de esta visitara el sitio y verificara lo denunciado; de manera que, de existir violaciones, se solucionaran con la mayor brevedad posible.
«No estoy pidiendo sanción para alguien en particular, expresaba, simplemente que se cumplan los protocolos establecidos, y que se elimine la potencial amenaza que representa este cable a mi seguridad personal, la de mi familia, en especial de mi nieta, y los demás vecinos que convivimos en el área», concluía en la misiva al Director de la OBE.
Y en su reciente carta a esta sección, Vega afirma:
«Esta es la fecha en que no tengo respuesta a mi queja, y el problema persiste, con el consiguiente peligro para la integridad física de mi familia y demás personas que transiten por el lugar. Ya estamos a las puertas de la temporada ciclónica y el peligro se acrecienta. Espero que se publique, y los responsables de restablecer el orden se den por aludidos. Y lo que es más importante: den solución al problema planteado».
Huelgan los comentarios…
El pasado 30 de abril, y desde la ciudad de Cienfuegos, Jorge Sarría Monteagudo contó aquí su experiencia con la medida de la Empresa Eléctrica —a tono con tiempos de COVID-19—, de habilitar un número telefónico para que los clientes informaran su autolectura del metro contador, exactamente el mismo día del mes anterior en que el cobrador lo hizo.
Según él, fue buena iniciativa ante el aislamiento actual; pero trajo incomodidades, pues solo se recibían llamadas de 8:00 a.m. a 2:00 p.m. Y era imposible comunicar con ese teléfono. «Cuando no da tono de ocupado, sale con que está fuera de servicio, indudablemente por la congestión que supone tantos clientes realizando la misma gestión», refería.
Jorge llamó por teléfono a Atención al Cliente de la Empresa Eléctrica, y le dijeron que su queja era una más de muchas en los últimos días, por la imposibilidad de comunicar con ese número de teléfono, debido a la congestión y a que era el único para toda la ciudad.
Y él abogaba por que se habilitara también una dirección de correo electrónico, adonde se enviara la información de la autolectura, hasta con confirmación de recibo para mayor seguridad del reporte.
Al respecto, responde Alexander Marañón Cabrera, director de Atención al Cliente de la Empresa Eléctrica Cienfuegos, que, «efectivamente, el teléfono habilitado en la cabecera de Cienfuegos colapsaba por la cantidad de clientes llamando a la misma vez».
Y añade que, teniendo en cuenta esa situación y otras, se decidió recibir autolecturas desde el Centro de Atención al Cliente 1888, así como enviar a los lectores cobradores habituales a efectuar la lectura tradicional.
La misiva reafirma la razón del cliente, y ofrece disculpas por la congestión del mencionado número telefónico.