Acuse de recibo
Los errores y descuidos ajenos se pagan muy caro, y con los años nadie responde por ellos. Bien lo sabe Caridad de los Ángeles Sedeño Argilagos (Calle 15 no. 514, entre D y E, Vedado, La Habana), quien relata que el 25 de septiembre de 2017 solicitó su inscripción de nacimiento en el Registro Civil del municipio de Plaza de la Revolución. Sí, porque tenía que subsanar un error en la propiedad de su vivienda: Cedeño en vez de Sedeño.
El Registro de Plaza solicitó la inscripción a su homólogo de Las Tunas, donde nació e inscribieron a Caridad. Pasaron los meses, y la respuesta desde Las Tunas fue que el tomo donde radica la inscripción de Caridad estaba destruido, que debían solicitarlo al Duplicado, que radica en el Registro Provincial, y el mismo no respondía.
Los meses transcurrían sin una respuesta o alguna señal. Y en febrero de 2019 Caridad reactivó la gestión. Semanalmente iba al Registro Civil de Plaza, y siempre la respuesta era la misma, aunque reconoce que siempre fue bien atendida por los especialistas allí.
A comienzo de mayo, y sin respuesta del Registro Civil de Las Tunas, Caridad se presentó en las oficinas de Atención a la Población de la Dirección Provincial de Justicia. La especialista allí tomó nota detallada de la situación y la entregó en la Dirección de esa institución.
El pasado 28 de mayo le informaron allí a Caridad que había problemas de comunicación con Las Tunas, y que no habían logrado hablar vía telefónica con el Duplicado del Registro Civil, para que le dieran la información de la inscripción de nacimiento.
Ya desgastada, y con bastantes molestias respecto al Registro Civil de Las Tunas, Caridad me escribió, a ver si con la revelación pública de su problema, logra obtener su certificación de nacimiento, indispensable para subsanar su apellido e inscribir su vivienda en el Registro de la Propiedad, notaría mediante.
A estas alturas, reinscribirse
Katia Pérez Roche (Calle 21 no. 98, entre 32 y Río, Vedado, La Habana) cuenta que hace un tiempo a su mamá se le extravió el carné de identidad, y fue a las oficinas correspondientes a solicitar uno nuevo.
Allí se percató de que su nombre estaba mal escrito, y se lo comunicó a la persona que la atendía, quien le orientó que buscara una inscripción de nacimiento suya para resarcir el error.
Hace tres meses que la señora solicitó su inscripción en el Registro Civil de Plaza, donde se supone que esté, pues nació en ese municipio. Y cuando fue a recogerla, le dijeron que no aparece la inscripción. Incluso le informaron que con el tomo y folio que tenía su carné aparece otra persona, además de no tener fecha de asentamiento.
Le dijeron que iban a hacer una búsqueda general, y ello demoraría un mes. Esperaron y cuando fue le comunicaron que no aparece su certificación, que hay que reinscribirla a estas alturas, con 63 años.
Lo curioso, según la hija, es que la señora solicitó una inscripción de nacimiento hace unos años, y se la dieron. «¿Cómo es posible que mi mamá no aparezca en ningún Registro Civil de La Habana, pregunta Katia, cuando ella nació aquí y vive en esa misma dirección desde entonces?».
Le niegan la tierra, y otros no la explotan
Alejandro García Rodríguez (Calle 1ra. No. 18, entre 18 y Capdevila, reparto El Llano, Holguín) refiere que lleva más de 11 años solicitando tierra en usufructo para trabajarla. Sus peticiones han recorrido las delegaciones municipal y provincial de la Agricultura, y hasta cartas al Ministerio correspondiente. Y no ha tenido respuesta positiva.
El país eroga más de 2 000 millones de dólares en importar alimentos, señala, y me niegan el uso de la tierra, y no hay quien controle esa injusticia. Sin embargo, a tres personas diferentes les han entregado la misma tierra y no la han explotado.