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Estará reparada para inicio del curso escolar 2019-2020

Las condiciones constructivas de la escuela primaria Urselia Díaz Báez, de la localidad habanera de Cojímar, donde estudia su hija, fueron alertadas aquí el pasado 17 de marzo por Yeniffer Díaz Castillo.

Contaba ella que dicho centro escolar fue reparado en el curso 2016-2017, pero el 17 de febrero del presente año colapsó parte del alero. Una brigada fue y demolió la cubierta de la planta alta. Se afectaron las paredes y las columnas.

La madre refería que los niños, en este curso 2018-2019 están asistiendo a otra escuela, la cual queda muy distante. Y tienen que hacer largas caminatas. «¿Cuánto más hay que esperar para volver a verla reparada y funcionando?», insistía.

Al respecto, responde Yoania Falcón Suárez, directora provincial de Educación en La Habana, que, ciertamente, ese plantel fue reparado en el curso escolar 2017-2018; y se vió afectado al colapsar parte del alero, por lo que en febrero de 2018 se solicitó dictamen técnico de la DCH (el lector no especifica más allá de la sigla). Y se indicó la demolición del techo, realizada por Secons.

Precisa que nuevamente se solicitó a Secons revisar el estado de columnas y paredes para  puntualizar las acciones a realizar. A partir del estado en que se encontraban, se definió la demolición de la segunda planta, y la reparación del resto del inmueble con acciones de carpintería, albañilería, sistema hidrosanitario, electricidad, impermeabilización y pintura.

 El 14 de mayo se concluyó la demolición de la planta alta; y se convenió con Comunales la recogida de escombros, para poder iniciar las acciones constructivas. Y en septiembre de 2019 deberán iniciarse las actividades docentes en esa institución escolar, precisa Yoania.

Agrega que el 17 de abril pasado se personó en casa de Yeniffer una comitiva de funcionarios, encabezada por el Director nacional de Inversiones del Ministerio de Educación, para explicarle todos los detalles arriba relatados.

Agradezco la respuesta, y solo queda la duda de si la escuela se había reparado un año antes, qué trabajo se hizo allí para que un curso después haya que asumir una obra de tal alcance.

¿Quién verificó la calidad de aquella obra? ¿Cuánto habrá costado al Presupuesto  del Estado? ¿Qué fuerza constructiva la emprendió en 2017? Hago votos porque los actuales trabajos que se ejecuten en la escuela no reediten aquella historia.

Sin agua, y sin esperanzas

En el barrio de Peñas Altas, en la localidad habanera de Guanabo, buena parte de las personas carece de agua en las tuberías hace unos tres años, según denuncia Nora Rodríguez Estévez, vecina de calle 430 no. 2113.

Refiere que, al parecer, las tuberías en la parte alta tenían tupición. Y en 2016 Aguas de La Habana comenzó las labores de rehabilitación, pero no las concluyeron por problemas de presupuesto. Así, esos vecinos viven esperando las pipas que deben mandar cada diez días, pero arriban cada 15 días o más, a pura insistencia de los afectados.

Señala que todo sigue igual, a pesar de que se ha informado reiteradamente, buscando una respuesta. «El Delegado de la circunscripción y el Presidente del Consejo Popular están sin respuesta, y se limitan al plan de pipas, que es insuficiente e irregular, porque cuando no tienen petróleo, están rotas…».

Afirma Nora que se dirigieron a la Dirección provincial de Recursos Hidráulicos, y en 2017 les enviaron un representante de la Empresa de Servicios Ingenieros Hidráulicos de Occidente, quien les llevó un documento que decía que el presupuesto de 2018 ya estaba aprobado, y en julio de ese año se reanudarían las obras.

«Estamos en mayo de 2019, y el problema sigue igual. Continuamos sin conocer para cuándo tendremos agua», concluye.

 

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