Acuse de recibo
A identificar singularidades dentro de los casos necesitados de asistencia social y garantizarles mejores condiciones de subsistencia, llamaba aquí el pasado 17 de abril, al reseñar las misivas de Enith Lafita Garrido (Heredia No. 316 apartamento 7, e/ Santa Catalina y San Mariano, Víbora, 10 de Octubre, La Habana) y Yainaris B. García (Celia Sánchez No. 28, Buenaventura, Holguín).
Enith es madre de un niño que padece la enfermedad degenerativa mucopolisacaridosis tipo 3, también conocida como Síndrome de Sanfilipo. Entre los muchos síntomas que padece el pequeño se hallan las convulsiones diarias y el no control del esfínter anal y vesical. La capitalina, madre soltera, no ha podido ejercer más su profesión de enfermera y recibe una chequera de 158 pesos que, lógicamente, no le alcanza para las necesidades de ambos.
Una prestación también insuficiente recibía el padre de Yainaris B. García, enfermo que fue declarado disponible con más de 25 años de trabajo. Ella, adolescente de 15 años, se ha sentido presionada incluso con la idea de abandonar sus estudios ante esta situación económica que afronta junto al papá, de quien, según se infería, depende para vivir.
Respecto a ambos casos contesta Yoe Majin Hernández Padilla, máxima autoridad de la Dirección de Prevención, Asistencia y Trabajo Social del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS). Encima de lo descrito por Enith, añade el funcionario que la mujer convive, además, con su abuela, adulta mayor con antecedente de infarto cerebral, encamada. El padre del menor no habita en el hogar familiar, es trabajador por cuenta propia como ayudante de mecánico y no abona pensión alimenticia. El núcleo presenta también un descuento monetario por crédito social.
Se evaluó el caso en el Consejo de Dirección del MTSS y mediante el Acuerdo No. 90 se aprobó una prestación monetaria temporal excepcional ascendente a 190 pesos, por el término de un año, y el reconocimiento de los años de servicio de la capitalina al cuidado de su hijo, apunta el directivo.
En cuanto a lo descrito por Yainiris, detalla el funcionario que el padre de la holguinera «tiene diagnóstico de alcoholismo dependiente, cirrosis hepática y gastroduodenitis crónica. Residía con anterioridad en el municipio de Cacocum, con su hija menor de edad y su esposa, ama de casa»; posteriormente «se trasladó a vivir, en compañía de su hija (...) a la casa de una hermana, en el municipio de Calixto García». Además, «la madre de Yainiris continúa residiendo en el municipio de Cacocum (...) y no le brinda apoyos a su hija», sostiene.
Eddy, según apunta el ejecutivo, fue evaluado por la Comisión de Peritaje Médico con una invalidez parcial para el trabajo, y cuenta con 24 años de servicio documentados en su expediente laboral. «En el momento en que se desvinculó no reunía los requisitos para aprobar una pensión de la Seguridad Social, por lo que le fue aprobada, en el año 2013, una prestación monetaria temporal de la asistencia social de 167 pesos, la que se modificó a 190 pesos en el año 2016, y cobrada hasta el mes de enero de 2017, por traslado de municipio. Fue beneficiado con la entrega de recursos tales como sábana, sobrecama, calzado, artículos de uso personal y utensilios de cocina».
Asimismo, añade el directivo, en el municipio de Calixto García se aprobó para Eddy una prestación monetaria temporal de la Asistencia Social de 158 pesos, en mayo de 2018.
La situación del holguinero fue nuevamente evaluada y el MTSS decidió otorgar, mediante el Acuerdo No. 64, del 21 de junio de 2018, una nueva «pensión por jubilación, mediante la Disposición Especial Quinta, al amparo del artículo 232, del Decreto No. 283 (...)».
Agradezco ambas contestaciones. Es un paso importante que ya ambos núcleos cuenten con este impulso por parte del MTSS; pero como apuntábamos al publicar los dos reclamos públicos, existen regulaciones en este campo que deben ser readecuadas, en cuanto sea posible, a la realidad de vida del país. Solo así se logrará la atención y asistencia, en el plano material, que verdaderamente garanticen una subsistencia decorosa para los más necesitados.