Acuse de recibo
Año tras año, como preámbulo del nuevo curso, el uniforme escolar se convierte en conflicto de verano para la familia cubana. Bien lo sabe Martha de la Mora Machado (calle Goss 54, municipio de 10 de Octubre, La Habana), quien tiene un hijo de diez años que comenzará en septiembre el 5to. grado.
Cuenta ella que para este curso le corresponden a su hijo dos uniformes, y pasa a usarlo en la variante bermuda. Le toca adquirirlo en la tienda Guisa, de su barrio, donde, además, están ubicados los de tres escuelas del municipio.
En junio comenzó la venta de los uniformes, y todo lo que ello acarrea. A Martha no le pareció oportuno, pues, como hay que llevar al niño a la tienda para atinar en la talla, debe faltar a la escuela en pleno período de exámenes. Sucedió que las colas, como siempre, eran inmensas, por la cantidad de escolares ubicados en una sola tienda. Y las tallas se agotaron rápidamente.
Martha estuvo casi todo julio visitando la tienda, y no había talla para su hijo. Solo tenían la 4. «Las tallas grandes se pueden reducir, pero cómo adapto una 4 para una 14 o 16?», pregunta.
Dijeron que habían solicitado más tallas, pero cuando escribió no había resuelto. «No tienen autorización para vender las bermudas sin las camisas; y tampoco me pueden garantizar que si algún día antes de que se venza el bono entren las camisas, todavía queden tallas de bermudas. Y no pueden vender las camisas de secundaria, las que solo se diferencian de las de primaria por la forma del tallaje», afirma.
Martha lleva días llamando a los teléfonos que están en el mural de la entidad para atención al cliente, y no puede comunicar: o está ocupado o no contestan. Falta un mes para el inicio del curso y todavía su niño no tiene uniforme, algo que es obligatorio para todo pionero y que constituye una exigencia de la escuela que cada niño esté uniformado», concluye la atribulada madre.
Por su parte, Roberto Figueroa Silva (edificio H-21, apto. 7, Zona 13, Alamar, La Habana), narra los avatares para comprar el uniforme de su nieto, quien concluyó el 9no. grado en la secundaria básica Protesta de Baraguá y obtuvo boleta para estudiar Informática en un tecnológico.
Ya el 1ro. de julio estaban listos para, como se establece, recibir en la escuela el papel del uniforme. La madre del alumno pasaba constantemente por allí a recoger el susodicho papel, y la respuesta era: no hemos recibido los bonos del municipio. El tiempo pasaba, hasta que el 21 de julio, fecha en que recesaban las actividades escolares en el país, el abuelo fue a la escuela, y la respuesta fue la misma: no hemos recibido los bonos del municipio.
Roberto intentó comunicarse telefónicamente con la Dirección Municipal de Educación, pero en la guía telefónica de Etecsa no aparece. Llamó al 113, y le dieron un número que no existe. Llamó al Ministerio de Educación y se identificó. Le sugirieron que comunicara con la Dirección Provincial de Secundaria Básica, en el 78320955.
Contactó con ese número y allí le orientaron que llamara al 72064055, la Dirección de ATM de Educación en la provincia de La Habana. En esta, lo atendió Miguel Herrera, quien se identificó como el director provincial de ATM, y le orientó ver a Margarita, la jefa de ATM en Centro Habana. Roberto le dijo a Miguel que los padres no tienen que ir a ningún municipio a resolver el bono, pues lo establecido es que lo entregue la escuela, el vínculo directo con el alumno y sus padres.
El lunes 24 de julio llamó a las 8:15 a.m. al centro Protesta de Baraguá. No respondían. Entonces contactó con el Puesto de Mando del Ministerio de Educación y allí habló con un funcionario que le dijo que ese es un asunto de las direcciones provinciales y municipales de Educación, ya que el Ministerio no es el que asigna los uniformes. Le dio el número 78792930, Puesto de Mando Provincial.
Roberto llamó y lo remitieron de nuevo a Miguel Herrera, quien le orientó llamar a Margarita, y le dio su número telefónico. Llamó, y ocupado constantemente. Roberto localizó el Puesto de Mando de Centro Habana y allí le dijeron que tenía que hablar con Margarita, a través del 78796060.
Habló con Margarita, quien le dijo que desde la pasada semana habían entregado los bonos en la escuela. La madre del escolar fue a la Secundaria, y un profesor de guardia le informó que se habían entregado algunos bonos la semana pasada, que fuera el lunes 31 de julio a ver si estaban y recogiera el suyo. ¿Habrá resuelto el 31?