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¿Por qué, si está a su nombre?

«Garantía sin garantía». Así califiqué aquí el pasado 11 de agosto la historia sufrida por el consumidor Justo Ariel Rosales, residente en Bayamo, con un televisor adquirido en la tienda Las Novedades, de esa ciudad, el 8 de mayo de 2014.

Contaba Justo Ariel que el equipo, marca RCA, se adquirió a su nombre y al precio de 634.90 CUC mediante tarjeta magnética de otra persona, y con garantía de dos años. Pero antes de cumplir el año de funcionamiento, el telerreceptor se rompió, y fue ingresado el 27 de abril de 2015 en el taller donde se atienden esos casos.

Allí se le informó que se le había averiado la tarjeta de control, la cual no tenían en existencia. No podían repararlo. Y le orientaron que debía dirigirse a la tienda donde se adquirió, para proceder al análisis del caso.

El cliente fue a Las Novedades, y la especialista comercial de la unidad, la especialista comercial de la Gerencia de la Sucursal y la gerente comercial de la Sucursal Cimex en Granma, le dijeron que en situaciones como esa se efectúa la reposición del equipo o la devolución del dinero. Y tenían otros televisores, pero no había vuelto a entrar ese modelo específico.

En cuanto a la devolución del dinero, le explicaron que  no procede, pues la dueña de la tarjeta magnética con que se adquirió el televisor había emigrado del país.

La solución que le ofrecieron al cliente fue que sacara el televisor del taller y lo arreglara por sus propios medios. Y Justo Ariel cuestionaba:

«¿El equipo no está en garantía? ¿Será para quitarse de arriba la responsabilidad, que transcurra el tiempo y llegue el 8 de mayo de 2016 y perdamos la garantía? ¿Qué credibilidad ofrece esa entidad, que no respeta los derechos de un cliente? ¿Qué importa que la dueña de la tarjeta se haya ido del país, si el televisor está a mi nombre y poseo la propiedad del mismo?».

Al respecto responde Enrique Almeida Saavedra, gerente general de la Sucursal Granma de Cimex, que tuvo lugar un encuentro con el cliente y se le explicó lo que establecen las normativas del Grupo Empresarial Cimex para la adquisición de bienes o equipos mediante tarjeta magnética, y los trámites relacionados con el reintegro del efectivo cuando se utiliza esta modalidad de compra.

«En situaciones como la de este cliente —precisa— se realiza reposición del equipo, pero no ha vuelto a entrar ese modelo específico de televisor. Por tal motivo se mantiene la imposibilidad de reponer el mismo o efectuar su reparación de manera inmediata, por no contar en el territorio con alguno que posea similares características, ni con la pieza de repuesto necesaria».

Y en cuanto a la devolución del dinero, subraya que «tampoco procede, pues la dueña de la tarjeta con que se adquirió el equipo emigró del país, y por tal motivo es imposible realizar esa operación».

Refiere Almeida Saavedra que se decidió, para brindar una solución al cliente, dar entrada nuevamente al equipo en el taller de servicios técnicos de la provincia; y realizar las gestiones pertinentes para lograr un equipo de similar marca y modelo, con la preservación del plazo de garantía mientras se mantenga esta circunstancia.

Agradezco la respuesta, la cual ratifica lo dicho antes al cliente. Pero no se esclarece la inquietud de Justo Ariel, cuando preguntó: «¿Qué importa que la dueña de la tarjeta se haya ido del país, si el televisor está a mi nombre y poseo la propiedad del mismo?». Se da como una verdad infalible, pero no se explican las razones por las cuales no pueda reintegrársele al cliente el dinero.

Tampoco se responde el porqué de la solución salomónica que le dieron a Justo Ariel y que tanto le indignó: Que sacara el televisor del taller y lo arreglara por sus propios medios.

Al final el cliente es quien queda sin garantías, y paga las cláusulas que unilateralmente se le imponen: ¿Qué culpa tiene él de que se vendan marcas de telerreceptores que después ni se ven más en el mercado, ni tampoco haya piezas de repuesto para ellos? ¿Sabrán esto quienes van al exterior a adquirir los artículos que tendrán que comprar los más de 11 millones de cubanos? Ojalá que, al menos, a Justo Luis le repongan el televisor por otro equipo similar que lo amerite. ¿Garantía con tiempo indefinido?

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