Acuse de recibo
Hoy este escribidor casi no escribirá nada. Hay cartas que estremecen tanto, que uno solo debe dejarlas fluir. Recordarán los lectores el caso publicado aquí el pasado 11 de noviembre en que los agramontinos Ricardo Hernández y Margarita Porto (calle Matadero No. 7, entre Cisneros y Callejón del Calvo) solicitaban ayuda para obtener ámpulas de enterogermina, un valioso medicamento que Ángela, la mamá de él, de 87 años, necesitaba urgentemente. Pues bien, la misiva de hoy narra la maravillosa red de afectos que se activó de inmediato. No digo más. Leamos:
«Nuevamente escribimos, para que publiquen esta vez nuestro agradecimiento por tanta solidaridad mostrada por cientos de cubanos de todo el país.
«Para cuando salió nuestra carta el pasado día 11, en Acuse de Recibo, Ángela había mejorado, gracias también a la unidad familiar y de amigos, quienes de inmediato nos hicieron llegar el medicamento desde la capital.
«Estas líneas revelan lo que nuestra familia vivió en horas: un huracán de amor humano. La primera llamada se efectuó a nuestro hogar a las 6 y 30 de la mañana del pasado día 11 y tres días después aún continúan llamando.
«No fueron pocos los que localizaron el medicamento dentro y fuera del país. Otros dieron su dirección y teléfono para cuando llegáramos a sus provincias tener dónde pernoctar, y hubo hasta quien localizó choferes de guaguas Yutong, taxis y boteros para mandarnos el medicamento, sin preguntarnos siquiera su precio.
«No exageramos, pues hubo quien insistió en mandárnoslos desde Pinar del Río, en San Juan y Martínez, para que nuestra abuela tuviera el medicamento de repuesto. En Matanzas, Colón, una familia se unió para comprarnos la medicina y mandárnosla por Víazul, y hasta ámpulas que habían quedado a familias de tratamientos anteriores, las hubiesen mandado en el vuelo Habana-Camagüey.
«Nos sorprendió cómo un joven de 15 años, desde Santiago de Cuba —quien no pudo presentarse porque se agotó el tiempo de su llamada—, nos telefoneó para decirnos que su mamá —que cumple misión internacionalista— lo tenía localizado; un camagüeyano nos comunicó que su hija internacionalista lo había gestionado, y una señora en la terminal aérea de la capital llamó desde su móvil, para confirmarnos que el martes próximo regresará a Cuba con el medicamento.
«Imaginen que, ante nuestra pregunta de “¿quién es usted?”, para agradecerles, hubo personas que prefirieron solo contestar: “Llamo porque soy un cubano más”.
«Expresiones como: “su dolor es el mío”, “¿le envío un giro, pues no tengo el medicamento pero sí el dinero?”, “si tuviera el dinero ahora mismo se lo comprara, pero ya se lo tengo localizado en la farmacia”, “tomen mi dirección y teléfono, para que venga a buscarlo”, “al fin del mundo voy por un medicamento, aunque no conozca al enfermo”, “tengo a mi mamá enfermita y por eso llamo”, “somos cubanos y ayudarlos nos hace grandes”, “siento alegría porque la viejita esté bien”, “la solidaridad es el gen de los cubanos”, “me preocupó mucho leer la carta y por eso llamo”, “díganme en qué puedo ayudarles”, fueron las palabras más lindas que mi familia ha escuchado, sin que conozcamos a quienes estaban al otro lado del teléfono.
«Por favor, publiquen esta carta porque es tan importante como la primera. Todos los que llamaron y se preocuparon por esta familia camagüeyana merecen ser admirados y respetados por tanta incondicionalidad con el prójimo.
«De La Habana: Marielena García, Marisol Acevedo, Verónica Moreno, Florentino Lafargue, Livia Batista, Ramón Peña López, Jayenis Álvarez, Nora Bello, Margarita León de Armas, María de los Ángeles Reyes, Katiuska Maya, Karen Gutiérrez, Hugo Navas, Consuelo Santana, Antonia Juana Gaudre Peña, Rodolfo López Camejo, Marianela Arritola, Caridad Rodríguez, Irma Cabrera Monte, Ana Luisa Cabrera Suárez; y de la clínica Cira García: el Doctor Prado, la jefa de farmacia, Tatiana y la operadora, Maylenen. Pinar del Río: Caridad Coba Rubias, Omar de la Nuez y Esperanza Velázquez. Santiago de Cuba: Anicia Pico, Miladis Ramírez, Dalia Gener Quintana, Rossana Despau Pérez, Rafael Zorrilla y Alejandra Castellanos. Sancti Spíritus: Carmen Carpio, Bertha Valdivia, Gertrudis Correa, Julio Santos y Amalia Santander Campo. Cienfuegos: Ada Ledos, Yadira García y Orelvis Morera. Matanzas: Regla María Ramírez, Eva María Alfonso, Regla Villaurrutia, Damaris Rodríguez y Lorayne (Varadero), y María Teresa Ordóñez. Camagüey: Carmen García Solís, Lázaro González, Bárbara Cardoso, Lethi Afón, Rodolfo Concepción y Elio Montes, e Irma (Reparto Lenin). Ciego de Ávila: Maribel Gómez González. Villa Clara: Andrea Vila Vila y Neris Acuña Chinea, Miguel Hernández. Las Tunas: Armando Martínez.
Nuestra familia y amigos de la casa hemos reflexionado una vez más en que el pueblo cubano es gigante, porque está lleno de “héroes anónimos de esta Patria”, como dijo el General de Ejercito Raúl Castro».