Acuse de recibo
Wilfredo Gómez lanza un S.O.S. por los vecinos de Reina No. 455, entre Gervasio y Escobar, Centro Habana, La Habana: hace más de diez días en el solar está tupido el desagüe, y se desborda el excremento. Es alarmante, y peligra la salud de los vecinos, a más de la fetidez. Nadie ha resuelto la situación, a pesar de las gestiones que han hecho.
Señala que desde el viernes 16, cuando se hizo el primer reporte en la Unidad Municipal Inversionista de la Vivienda (UMIV), no se le ha dado una solución al problema.
Fueron dos veces a dicha dependencia: a las 9:00 a.m. y a las 12, cuando los atendió una persona llamada Guillermo, quien anotó el reporte y planteó que en cuanto llegara el carro lo enviaría…
Sábado 17 y domingo 18, a la espera, cuenta, sin poder utilizar los baños de los apartamentos comprendidos del número 5 al 10. Nadie fue por allí.
Lunes 19, a las 12:30 p.m., fueron otra vez a la UMIV. Guillermo les dijo que el reporte estaba en la calle: los operarios que realizan el servicio lo tenían en su poder. Ese mismo día fueron al Gobierno Municipal y luego a la sede del Consejo Popular, donde se tomó nota del asunto. Además, el delegado de la circunscripción pudo constatar la situación.
Martes 20: llamaron al Gobierno Municipal. Sin respuesta. A las 12:35 p.m. telefonearon a la UMIV. Allí Guillermo e Ivón les dijeron que el carro estaba en la calle con el reporte. A las 12:47 p.m., al Consejo Popular, cuyo Presidente les dijo que tenían que esperar. Ese día, varias veces llamaron al Gobierno para hablar con el delegado, y les fue imposible.
Miércoles 21: intentaron contactar en vano con el delegado. Fueron a la UMIV, y tras insistir, lograron ver a Ivón, quien, a las 9:56 a.m. los puso en contacto con Lina, orientándoles que esperaran, que iban para el inmueble.
«Hoy, 27 de diciembre —señala—, nadie se ha preocupado en lo más mínimo, al menos en conocer si la situación fue resuelta». Wilfredo agrega que el excremento sigue haciendo de las suyas y los vecinos siguen expuestos a todo tipo de enfermedades y contaminación y destaca que es bochornoso ver que, con todo lo que hacen el Estado y el Gobierno, haya tanta irresponsabilidad e indolencia.
Similar denuncia hace Ovelquis Reyes (Calle J No. 34 entre Ave. del Rosario y Lindero, La Güinera, Arroyo Naranjo, La Habana), en nombre de los vecinos de más de 15 viviendas de su cuadra, inundadas hace más de un mes por aguas albañales. La línea central de alcantarillado obstruida, y por encima del nivel de las casas, ha provocado que toda el agua se filtre hacia estas.
Cuando comenzó, subraya, se informó a la delegada y ella lo planteó a los funcionarios de Acueducto del Sur. En varias ocasiones, por vía telefónica, se realizó dicho reporte y no se ha personado nadie, asegura.
Se fue a la oficina y se informó de nuevo. Atención a la Población dijo que la brigada traía la orden de trabajo el día 14. Se habló con el Director de la empresa, quien les informó que no podía mandar el camión de alta presión porque estaba roto; que ese mismo día le habían prestado uno y priorizaron otros lugares.
El 19 de diciembre volvieron a Atención a la Población, y les dijeron que se encontraban trabajando por esa dirección. «Cuando regresamos —afirma—, nos dimos cuenta de que era incierto: nadie había ido a hacer ningún trabajo. Volvimos a la oficina, reclamamos por la falta de respeto y la mala información brindada, pues estábamos dejando de trabajar para resolver el problema.
Fueron al Consejo de la Administración Municipal, y formularon la queja el 21. «Ya han pasado siete días sin solución. Fuimos a ver a la compañera de Higiene y Epidemiología y nos planteó que había informado esta situación hasta la saciedad». Preguntan los vecinos cómo se puede dar prioridad a los casos cuando los trabajadores de Acueducto no se personan en el lugar para ver la situación real. «¿Qué tiempo debemos esperar? ¿Hasta dónde llegan la negligencia y la falta de respeto?».