Acuse de recibo
Yasnel Saborit Góngora (Lázaro Peña No. 39 entre Patria y Raúl Reyes. Reparto Batalla de Guisa, Guisa, Granma) vio reflejada su historia, cuando supo por el periódico Granma, que en la reciente reunión del Consejo de Ministros se criticó la insuficiente creación de condiciones en algunos territorios para garantizar la atención a los aspirantes al trabajo por cuenta propia.
Yasnel sabe que la dirección del país ha alertado contra los obstáculos y muros burocráticos en tal sentido; y ha abogado por que, con la disciplina necesaria, se facilite el desarrollo del trabajo no estatal sin tantas trabas, como lo requiere hoy la economía cubana y toda la sociedad.
Cuenta él que es carpintero, y desde que se amplió la opción del trabajo no estatal ha hecho los trámites para sustituir a su abuelo en una carpintería que este posee hace más de 40 años, pero que ya no puede asumir por su edad.
Se personó para ello en la Dirección Municipal de Trabajo, en busca de orientación al respecto. Y quien lo atendió le dijo que debía presentar, para la solicitud, una carta emitida por la Empresa Eléctrica, tres fotos tipo carné, un sello de cinco pesos y su carné de salud debidamente actualizado.
Ya con lo requerido, volvió a la Dirección de Trabajo. Y sin disculparse ni mucho menos, la misma persona que lo había atendido la primera vez, le informó que le faltaba un documento que emite la Dirección Municipal de Planificación Física certificando la autorización de la carpintería.
Yasnel le explicó que en dicha carpintería, en el mismo local, había trabajado toda la vida su abuelo, hasta que entregara su licencia para que el nieto lo relevara. «Al no ser yo informado correctamente en el momento oportuno, confiesa, me sentí maltratado; pero con ansias de obtener mi licencia me dispuse a olvidar este desliz del funcionario y me dirigí a gestionar el documento faltante».
Fue Yasnel a la Dirección de Planificación Física a solicitar el documento de marras, y allí le comunicaron que debía presentar para ello las respectivas cartas del presidente del Consejo Popular, el delegado de la circunscripción, del presidente de su CDR y de los vecinos aledaños a la carpintería, además de 30 pesos en sellos y 300 pesos para facturar a la hora de recoger el documento.
El aspirante había presenciado los programas especiales que se transmitieron en ocasión de comenzar a regir el nuevo modelo tributario y en las que participaron la Ministra de Trabajo y Seguridad Social y otros funcionarios, en los cuales se informó que se está abogando por disminuir la cantidad de trámites necesarios para la obtención de las licencias. Y con ciertas dudas sobre si en su municipio se estaba aplicando correctamente el proceso de otorgamiento de licencias para trabajar por cuenta propia, se dispuso a estudiar toda la documentación oficial que sobre el tema se ha publicado.
«No obstante estar atónito y no comprender el proceso que se hace en mi municipio, apunta, me dispuse a obtener todos los documentos solicitados por la Dirección de Planificación Física. Pedí prestado el dinero necesario, conseguí la carta del presidente del Consejo, del CDR y de los vecinos aledaños a la carpintería. Pero al presentarme ante el delegado y plantearle lo que necesitaba, este me informó que él no tiene orientación de emitir tal documento».
Esto sucedió hace cuatro meses y medio, y desde entonces, Yasnel no ha podido obtener su licencia, en un país inmerso en una restructuración de su fuerza laboral, que necesita de que no pocos ciudadanos puedan sostenerse con su propio trabajo particular.
«Es mi anhelo trabajar legalmente y contribuir al presupuesto del Estado, pero mis dudas y preocupaciones, aquí en mi municipio, siguen aumentando».