Acuse de recibo
Las respuestas siguen llegando como señal clara del diálogo creciente entre ciudadanos e instituciones.
«Almuerzo bancario»: así titulábamos aquí, el pasado 11 de marzo, la queja de Dianepsis Espinosa Martínez, trabajadora de la Sucursal 248 del Banco Metropolitano, en el capitalino municipio de Plaza. Alertaba Dianepsis sobre la mala calidad del pan que forma parte de la merienda-almuerzo recibida diariamente por los empleados del banco. También se refería a las frecuentes tardanzas en el arribo del alimento.
En varias ocasiones, contaba la remitente, habían planteado el problema ante sus superiores. La respuesta de la Dirección del Banco había sido que no cualquier empresa podía cubrir la demanda de meriendas necesarias, y que con la que lo estaba haciendo actualmente se habían reunido ya para exigir mejoras.
De esas reuniones, concluía la afectada, habían salido pequeñas mejorías que rápidamente dejaban de existir.
Hoy nos llega la respuesta de Luis Hernández Bruzón, jefe del Departamento de Producción de la Empresa Provincial Elaboradora de Alimentos (EPEA), y de Marlén Camejo Gutiérrez, especialista de Protección al Consumidor en dicha entidad.
Afirman Luis y Marlén, luego de entrevistas de una comisión investigadora con los trabajadores de la sucursal bancaria, que «el criterio del colectivo en general fue sobre el gramaje de la merienda (...); y en ocasiones la baja calidad del pan». Según les aclaró el jefe de la comisión a dichos empleados, «el contrato firmado por ambas partes (el Banco y la Productora del pan) estipulaba ese gramaje», y solo se podían efectuar cambios por solicitud del usuario, o sea, la presidencia del Banco Metropolitano.
Reconocen los funcionarios de la EPEA que «en ocasiones, por factores objetivos y subjetivos» el pan no sale como es debido. «No obstante, en estos momentos la Subdirección de Producción ha montado, de conjunto con sus técnicos, un sistema de control para que (...) salga con la calidad requerida (...). Estamos trabajando para revertir los resultados de las quejas en este sentido».
También refieren que se visitó una vez más la sucursal para darle respuesta a Dianepsis, pero «cuando solicitamos a la gerente su presencia, ella nos informó que la misma había causado baja».
Luego de leer la respuesta de la EPEA, a este redactor le quedan incertidumbres. ¿A qué objetivos y subjetivos factores —tan al uso en contestaciones administrativas— se refieren concretamente? ¿Por qué ni siquiera se abordó la inconformidad con el horario manifestada por la trabajadora?
Sería oportuno que la Dirección del Banco Metropolitano —quien lleva la gran parte en preservar el bienestar de sus trabajadores— también tomara cartas públicas en el asunto. Dianepsis ya no está en la plantilla, pero pudieran evitarse las decepciones de otros.
Traslado temporal de la bodegaTemiendo un terrible accidente nos escribió en el mes de marzo Julián Gutiérrez Alonso. El techo de la bodega de su comunidad, en el central Manuel Martínez Prieto, de Marianao, Ciudad de La Habana, se encontraba en un estado constructivo pésimo. Luego de múltiples quejas y reuniones con los vecinos, ni siquiera aparecían unas vigas de madera con las cuales calzar la techumbre y evitar la tragedia. «La única respuesta que tenemos —se lamentaba Julián— es que Comercio no tiene presupuesto para acometer el arreglo».
Ahora recibimos algo más que esa respuesta. Es la contestación que dio Raúl Rodríguez Suárez, nuevo director de la Empresa Municipal de Comercio y Gastronomía del municipio de Marianao, al problema publicado.
Lo dicho por el remitente, aclara de inicio Raúl, «se ajusta a la realidad en cuanto al mal estado constructivo de esta bodega: edificación de madera con tejas francesas con más de 50 años sin el debido mantenimiento».
Ante esta compleja situación, añade el directivo, se decidió «mudar la bodega para el área aledaña donde funcionó un centro nocturno, con estado constructivo aceptable y con suficiente espacio, hasta tanto sea reparado dicho inmueble, el cual está en el Plan de Reparaciones del 2009, aprobado por la Unión de Empresas».
Igualmente, la carnicería se trasladó para «la parte posterior de una cafetería con adecuadas condiciones». Se decidió adaptar este local para la misma, «ya que en la actualidad está funcionando en una construcción de metal (antigua pescadería Argentina), que está totalmente deteriorada».
El día 31 de marzo último, tanto Raúl como el director saliente, de conjunto con otros funcionarios, visitaron a Julián, le explicaron las medidas emergentes y le informaron sobre el Plan de Reparaciones de la empresa para este año.
«En un plazo no mayor de 20 días ambos establecimientos deben empezar a brindar servicios en los nuevos locales», culmina el Director municipal.