Los televisores en tercera dimensión han comenzado a salir en masa al mercado, en buena medida impulsados por el éxito de la película Avatar, que recaudó más de dos millones de euros en las taquillas de los cines.
La nueva tecnología permite mostrar en pantalla imágenes que se parecen a la vida real, a partir de la composición espacial de estas. Firmas como Samsung, el mayor fabricante mundial de televisores, ya anunció su intención de producir y comercializar equipos de este tipo en unos 50 países.