Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Concluye París 2024, y comienzan los debates

Cuba terminó en el puesto 32, alejado de algunos vaticinios y ajustado a otros

Autor:

Norland Rosendo

París, agosto 12. —Terminaron los Juegos Olímpicos en el campo de juego y empiezan las discusiones de medallas en los debates, las comparaciones y las  proyecciones. Cuba concluyó en el puesto 32, alejado de algunos vaticinios y ajustado a otros. Volvemos al viejo dilema del vaso (podio) medio lleno o medio vacío.

El saldo de dos títulos, una presea de plata y seis de bronce no alcanzó (se sabía) para quedar entre los 20 primeros países, en un ranking donde 91 naciones alcanzaron podio, 62 de ellas se alzaron con un centro al menos y 39 lograron más de un oro.

Todavía 65 naciones no han podido celebrar una medalla en citas estivales. De ese total, 23 son de  África, 12 de Asia, igual cantidad de Oceanía y 11 de la América que está al sur del río Bravo. Saque cuentas.

Por delante de Cuba solo quedó Brasil (3-7-10) entre los países latinoamericanos y caribeños. La Isla, en medio de una de sus más severas tensiones económicas, cuyo impacto se refleja en varias dimensiones del deporte, confirmó su rango olímpico, por encima de aquellos que en Juegos multideportivos regionales han aumentado su botín y protagonismo.

La mayoría de los atletas previstos para ganar medallas logró su propósito, lo cual confirma que no resultó desacertado el pronóstico. Quizá el exceso de optimismo estuvo en el color de los metales. Una presea olímpica, sea cual sea, debe asumirse con jerarquía.

Así como el oro es oro, la plata debe ser plata y el bronce, bronce. Con su dignidad y valor. En términos beisboleros es tiempo de ponchar a quienes minimizan los segundos y terceros puestos comparándolos con el primero, en nombre del sacrificio y la entrega.

El resumen no debe soslayar que era una delegación reducida, en la que el potencial de medallas también estaba por debajo de ediciones precedentes y esta cita sucedió en un punto histórico de transición generacional en la élite del deporte cubano.

Se despiden gloriosos atletas encabezados por Mijaín López, ícono, leyenda, mito, héroe, paradigma... Su huella en el olimpismo comenzará a crecer ahora. Con él terminaron también Arlen López, Rafael Alba, Idalys Ortiz, Julio César La Cruz...

Asumen el relevo Erislandy Álvarez, Yarisleidis Cirilo, Noslen Díaz y una pléyade que tendrá la responsabilidad de mantener a nuestra Isla en puestos de privilegio olímpico en Los Angeles-2028.

Para los críticos, Cuba volvió a la época anterior a Munich-1972: menos de tres oros. Sí, es cierto. Pero son otros los tiempos y el mapa olímpico sigue ampliándose para abajo y estrechándose en la cima, donde cada vez coinciden más, hegemonía económica y tecnológica con los ganadores de medallas, no siempre formadas desde sus orígenes en los países que las disfrutan.

Que con los análisis vengan decisiones capaces de asegurar lo que simbólicamente constituye un horcón de la identidad cubana. Toca pensar juntos, sin desechar ninguna idea. Quedarse con la gloria vivida, compromete el futuro. Léase siempre a Fidel y la brújula deportiva apuntará, pese a las tempestades de un mundo caótico, a puerto seguro.

Comparte esta noticia

Enviar por E-mail

  • Los comentarios deben basarse en el respeto a los criterios.
  • No se admitirán ofensas, frases vulgares, ni palabras obscenas.
  • Nos reservamos el derecho de no publicar los que incumplan con las normas de este sitio.