Los cubanos tuvieron una producción ofensiva anémica en el partido inaugural el martes. Autor: Yuhki Ohboshi Publicado: 08/03/2023 | 10:07 pm
El primer juego de Cuba en el Clásico ha levantado un tsunami de polémicas, por mucho que el mentor Armando Jonhson haya tratado de minimizar el impacto del revés en la conferencia de prensa. En ninguno de los 26 partidos anteriores habían bateado tan poco.
Las causas del revés estuvieron ahí: en la ofensiva. Nada más. Solo tres jits (dobles todos) y muy pocos contactos de calidad. Dijimos recientemente que se auguraban juegos parejos. Ganarlos solo con picheo y defensa es muy difícil, y esta primera presentación lo confirmó.
Yariel Rodríguez tuvo una formidable apertura (4.0 INN, 1CL, 2H, 6K y 1BB) y si no estuvo al menos un inning más sobre el box se debió a las regulaciones impuestas por los organizadores (65 picheos para esta fase).
El bullpen también cumplió, aunque Onelkis García no pudo completar las dos entradas previstas, dejó par de hombres en circulación y ambos completaron la vuelta ante Carlos Juan Viera, empujados por batazos sin fuerza, pero bien colocados.
Países Bajos firmó su cuarto triunfo seguido ante selecciones cubanas en Clásicos y se vio un equipo menos fuerte que el de ediciones precedentes, pero muy enfocado y con buena lectura del juego. El manejo del picheo por parte del mentor Hensley Meulens fue una pieza de oficina exquisitamente diseñada.
El torneo recién comienza, pero no es mucho el tiempo para ajustes. Este jueves, en cartelera doble aquí en Cuba: 6:00 a.m. y 11:00 p.m., los nuestros buscarán enderezar el rumbo ante Italia y Panamá.
Para el primero de esos choques se anunció a Roenis Elías, y Elián Leyva debe ser el tercero en la rotación. No se descartan también cambios en el lineup en aras de producir las carreras que den respiro a los lanzadores.
El duelo ante los itálicos es inédito y los istmeños van por la revancha tras haber caído por 8-6 en extrainning durante la fase de grupos de la cita de 2006.
Los canaleros sorprendieron a los anfitriones de Taipéi de China en el otro partido de la jornada inaugural con pizarra de 12-5, una muestra de que aquí no hay enemigo enano.
Para Cuba el desafío es batear y sobre todo, producir carreras. Equipo tienen para superar el mal paso inicial, y afición para respaldarlos desde cualquier lugar del planeta.