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Beisbol Autor: Norland Rosendo Publicado: 02/03/2023 | 11:40 am
Mi retirada como director está a la vuelta de la esquina, había dicho Carlos Martí Santos en el playoff de la Liga Élite del Béisbol Cubano. Un año antes había anunciado públicamente que estaba valorando entregar el puesto de mando. Con más de 70 años y después de vivirlo todo, el «viejo» quiere descansar.
Muchos pensamos que se lo iba a pensar de nuevo. Era el último en activo de una generación gloriosa de mentores que dio mucho linaje, disciplina y resultados a nuestro pasatiempo nacional, en la que se incluyen José Miguel Pineda, Jorge Fuentes, Higinio Vélez, Eduardo Martín Saura, Serbio Borges, Abelardo Triana, Frangel Reinaldo, Miguel Borroto, entre otros.
Solo tres directores acumulan más de mil victorias en campeonatos cubanos, y él es uno de ellos (1194), juntos a Fuentes y Pineda.
Se va invicto en cinco series finales, cuatro en series nacionales y la otra en la primera LEBC. En su último año rompió dos mitos en la historia de las postemporadas cubanas: primero volteó como anfitrión un playoff por el título ganando los juegos seis y siete ante Matanzas y después revirtió un 1-3 frente a Portuarios en la discusión del título de la Liga Élite.
Dirigió en 49 campeonatos nacionales (34 series nacionales, 12 selectivas, 2 superligas y una LEBC). Como él mismo dice: ha pasado por todas las épocas del béisbol cubano.
Carlos Martí tuvo buenos maestros y entre sus legados está el haber sido un hombre de ética, entregado por completo a lo que es su pasión, su vida. Cuba, igual que su Granma, lo van a recordar siempre y no hay homenaje mayor que hablar siempre de él como un paradigma en la no pocas veces ingrata misión de dirigir equipos de béisbol.
Merece una despedida a la altura de sus méritos, en un abarrotado Mártires de Barbados, donde tanto ha hecho vibrar en los últimos años a la afición. Leonardo Soto, su escudero en los últimos años, asume el retador compromiso de seguir por la senda exitosa trazada por Carlos Martí.
