Manfred fue claro ante la prensa. Autor: MLB Publicado: 20/07/2022 | 06:10 pm
El comisionado de Grandes Ligas, Bob Manfred, no se anduvo con curvas a la hora de dejar claro que su oficina carece de «capacidad para modificar las reglas de convocatoria fijadas por el organismo rector del béisbol de Cuba», según un despacho de la agencia de noticias AP.
La respuesta de Manfred confirma lo que todo el mundo sabe, incluso aquellos que desde Miami están promoviendo una organización para jugadores profesionales con la intención de suplantar funciones inherentes a la Federación Cubana de Béisbol (FCB).
El torneo de la «discordia» es el próximo Clásico Mundial, previsto para el mes de marzo del 2023, pero las declaraciones del jerarca de MLB dejan decido el juego legal, aunque desde que comenzó la polémica, Riccardo Fraccari, presidente de la Confederación Mundial de Béisbol y Softbol (WBSC, por sus siglas en inglés), había dicho lo mismo: Solo la FCB es el legítimo ente con capacidad para conformar su selección nacional.
El Clásico es un certamen organizado por la MLB, la Asociación de Peloteros de MLB y la WBSC, que es el organismo rector de este deporte a nivel mundial.
Manfred argumentó que el Clásico, como las competencias internacionales, tiene sus reglas para que sea avalado por la WBSC y una de ellas es que la Federación Cubana de Béisbol selecciona a los integrantes de su equipo.
Con este strike en recta, la Oficina del Comisionado se desmarca de las turbias intenciones de violar lo reglamentado para un torneo de selecciones que promete ser un gran espectáculo en su próxima edición, para la cual ya han mostrado interés de participar varios de los mejores jugadores del mundo.
La Federación Cubana de Béisbol ha expresado su voluntad de conformar un conjunto competitivo para el principal evento de selecciones de este deporte, y reitera su derecho «a considerar que el abandono de un equipo Cuba durante una lid internacional califica como la falta más grave que pueda cometer un atleta, desde el punto de vista deportivo, ético y moral, sin adentrarse en lecturas políticas», de acuerdo con una nota de la publicación Jit.
Las declaraciones de Manfred apuestan por el juego limpio en lo legal. Sabe que violar o sugerir una transgresión de lo establecido puede ser un mal precedente y una señal equivocada, y no es esa la imagen que desea dar su oficina.