Tokio es inspiración. Cuba le puso corazón a cada competencia. Se irguió por encima de sus posibilidades, multiplicó el tamaño de su geografía y se inspiró en Mijaín López, Julio César La Cruz e Idalys Ortiz. Autor: AP Publicado: 14/08/2021 | 08:37 pm
Antes de empezar los juegos publicamos Lo que dice la bola virtual deportiva, un pronóstico de medallas según reportes de varios sitios especializados en predicciones del giro. Dijimos que pasado el día 8 de agosto volveríamos sobre el tema.
Hay que reconocer que los vaticinios acertaron en más del 70 por ciento. De los 14 posibles podios, se cumplieron diez; y solo en tres fueron exactos: Mijaín López y Andy Cruz (oro) y Juan Miguel Echevarría (plata).
En cuatro «el real resultó por encima del plan»: C-2 a mil metros (de plata fue oro), Julio César La Cruz y Arlen López (de bronce, oro) e Idalys Ortiz (de bronce, plata), mientras en tres la ubicación en el podio fue por debajo de lo augurado: Yaimé Pérez, Rafael Alba y Lázaro Álvarez (de oro, bronce).
Y en cuanto a la ubicación final, el lugar 14 dejó descolocados a la mayoría de los visionarios, que proyectaron un puesto del 20 hacia abajo. Fue un éxito que, no obstante, deberá analizarse con objetividad, tanto las luces como las sombras.
Hay datos que hablan por sí solos:
Desde Atenas 2004, Cuba no ganaba más de cinco títulos ni se ubicaba en el top 15. Y de las 19 participaciones en olimpiadas, solo cinco veces más de siete deportes habían aportado medallas.
Nuestra delegación ocupó el cuarto puesto en el ranking continental (detrás de Estados Unidos, Canadá y Brasil, estos dos últimos con igual cantidad de oros); el segundo a nivel de Latinoamérica y el Caribe; y el primero entre los países de hispanoamérica (por encima de España).
Leuris Pupo. Foto: AFP
Y todo eso con 69 atletas —el grupo más reducido desde 1964—, quienes compitieron en 62 pruebas de las 339 programadas.
Cuatro disciplinas mantuvieron su cadena de podios en citas estivales: el atletismo comenzó en Tokio 1964, el boxeo aporta ininterrumpidamente desde México1968, el judo no para desde su debut en el medallero en Montreal 1976 y las luchas a partir de Barcelona 1992 están ganando preseas.
Los números confirman que el deporte cubano ha tenido un gran cierre de ciclo (que en este caso tuvo un año adicional), mucho mejor que en las etapas iniciales, aunque no se puede olvidar que los programas competitivos de los Juegos Centroamericanos y del Caribe e, incluso, de los Panamericanos son diferentes al de los olímpicos.
En esta edición bajo los cinco aros se mantuvo la tendencia al aumento de países que acceden al podio (93), 15 más que en Río de Janeiro, y 65 consiguieron al menos un metal dorado, 11 más que en la pasada cita.
De acuerdo con estadísticas del Team Vívela, también resultó exitosa la estrategia para asegurar más equidad de género, no solo a la hora de portar la bandera en la ceremonia inaugural: 1 050 mujeres ganaron medallas, apenas 75 menos que los hombres, aunque en ese aspecto Cuba no tuvo iguales dividendos, de las 15 preseas, solo dos fueron al cuello de mujeres.
Los datos, sin embargo, no pueden describir los esfuerzos de un país que, en medio de fuertes tensiones económicas incrementadas en los últimos tiempos por el bloqueo y las políticas asfixiantes del Gobierno de Estados Unidos, garantizó la preparación de sus atletas con miras a los Juegos Olímpicos.
Ni tampoco los sacrificios de los propios deportistas, alejados de sus familias durante largos períodos de tiempo, afectados varios por la COVID-19 y empeñados junto con sus entrenadores y personal médico en diseñar alternativas para compensar los ajustes en los calendarios competitivos.
Reineris Salas. Foto: AFP
Igualmente, merecen reconocimiento los directivos del Inder, que trataron de crear oportunidades para todos, de acuerdo con las prioridades y los propósitos en Tokio, y gestionaron bases de entrenamiento con formato burbuja en algunas provincias.
Tocan, tras las merecidas celebraciones, análisis, serios, profundos, atleta por atleta; deporte por deporte. ¿Qué sucedió con el atletismo, signado por varias lesiones a la hora cumbre?, es una pregunta cuya respuesta es de las más demandadas por la opinión pública.
Y así, hay que repensar tácticas y estrategias; definir con más rigor las rutas; optimizar el uso de los recursos. Ante mayores desafíos, bienvenidas las ideas nuevas, con ciencia y pensamiento común.
Fernando Dayán y Serguey Torres. Foto: Roberto Morejón
Tokio es inspiración. Cuba le puso corazón a cada competencia. Se irguió por encima de sus posibilidades, multiplicó el tamaño de su geografía y se inspiró en Mijaín López, Julio César La Cruz e Idalys Ortiz. Y ahí están los resultados.
Ahora, a pensar en París. Hasta allí el camino tiene 365 días menos, pero los sueños son más grandes.