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Carlos Manuel Escalona y su familia se han especializado en la confección de guantes de béisbol Autor: Alexis Del Toro Publicado: 23/01/2021 | 08:12 pm
HOLGUÍN.—La talabartería condujo al artesano Carlos Manuel Escalona a un terreno de pelota. Él, sin embargo, nunca encontró entretenido batear y recorrer las bases. Su esposa, Damaris Ávila, reconoce que hace poco fue que empezaron a escuchar transmisiones radiales de nuestro pasatiempo nacional.
Escalona, vecino del reparto Pueblo Nuevo en la Ciudad de los Parques, cuando el período especial comenzó y los implementos deportivos escasearon (entre ellos los guantes beisboleros), se unió a un grupo, liderado por Carlos González, en el municipio de Cacocum, en pos de impulsar la industria deportiva local.
«Los primeros guantes los hice fijándome en los de amigos míos practicantes, como Juan Carlos General. Fue una etapa en que empleábamos cuero de ganado menor, que sirven pero no proporcionan demasiada dureza y durabilidad, aunque son más fáciles de trabajar», asevera.
A partir de entonces, siguió por cuenta propia. Ya en 2018 su familia se especializó aun más y ya han logrado elaborar alrededor de 300 implementos.
«Este es un trabajo de detalle, para que su confección destaque. En casa, tratamos de que el acabado quede mejor siempre. Indudablemente el cuero de ganado mayor es el idóneo. Ahora mismo, las producciones se nos han paralizado, pues el cuero procedente del exterior se nos ha ido agotando y como cuentapropista no he podido adquirirlo en el país», cuenta Carlos Manuel.
Estas producciones son muy útiles en los escenarios deportivos. Foto: Nelson Rodríguez Roque
Escalona acota que «acá en el Inder o en la Comisión Nacional de Béisbol han elogiado los guantes y fueron considerados por mentores de la Serie Nacional como de calidad. He comercializado juegos de ellos con la EIDE holguinera, la Universidad de Camagüey y en algunos municipios de mi provincia. Fránger Reynaldo los vio y quedó encantado. Me dijo que estos no les envidiaban nada a otros fabricados incluso fuera de Cuba. Pero a causa de las complicaciones de la COVID-19 no me está llegando cuero del extranjero, el cual anteriormente me traían de México y Panamá».
En su reducido taller, instalado en el costado derecho hogareño, revela cómo enguanta manos: «Picamos los cueros, dividiéndolos en piezas, como los dedos, la palma y otras. Eso nos toma unas dos horas por guante, y después inicia la costura. Tejer uno lleva más o menos una hora. Mis dos hijos marcan, cortan, abren hoyos y elaboran motas, y mi esposa teje.
«En la máquina de coser, con un hilo fuerte de nailon, armamos dedo por dedo. Los guantes se introducen en agua y después se viran, lo que ayuda a la consistencia de las costuras. El secado, a la sombra, es importante. Se pintan con diferentes tintas, y la máquina de pedal y sus costuras sustituyen lo que se lograría con más pegamento. Les añadimos al final una banderita cubana bordada».
Con materia prima suficiente, comenta que pudieran confeccionar tres o cuatro juegos mensuales, conformados por mascotas, mascotines, guantes de jugadores de cuadro, lanzadores y jardineros, y también los de peloteros zurdos. Además, les suman unas guanteretas que sirven de material auxiliar, a fin de que se aprenda o perfeccione el fildeo.
No solo se han involucrado con bolas y strikes, también han hecho manillas de levantar pesas y gimnasia, guanteretas de boxeo y taekwondo. Se han propuesto obtener una especie de chaleco o camisa de esgrima y una batera, y recuperar esféricas de béisbol deterioradas e inutilizadas, las cuales se devolverían a los diamantes, esencialmente para entrenar, o jugar si las reciben niños. Han pensado en el cuero de ganado menor como alternativa en la confección de guantes dirigidos a combinados deportivos, donde las categorías menores les darían uso.
Este talabartero confía en las posibilidades resultantes de la actualización del modelo económico cubano y en la erradicación de trabas. De ahí que constituir una cooperativa ligada a la confección de implementos deportivos le parece perfecto para que CEDA3 (así registró sus producciones) capture rollings, precise el golpeo o alcance una calificación alta en las barras paralelas.
