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El pueblo salió a las calles para recibir a sus campeones. Autor: Internet Publicado: 18/01/2019 | 09:51 pm
Las Tunas.— Esta ciudad pareció ayer enloquecer. También pareció desquiciada la gente que gritó, vociferó, aplaudió, ¡qué sé yo!, después de la victoria de su equipo frente al combativo Villa Clara. No hubo tema alternativo ni coherencia conversacional. Solo se escuchó: «¡Leñadores campeones!».
El último out frente el equipo naranja tuvo el efecto de un pase de batuta de un imaginario director de orquesta. Tan pronto ocurrió, decenas de miles de tuneros, al unísono, ganaron las calles para celebrar el suceso de las maneras más insólitas: ollas, cubos, latas, tambores… Cualquier cosa que generara estridencia venía de maravillas.
El júbilo popular en el recibimiento a los campeones tiñó de rojo y verde el perímetro citadino. No era para menos: fueron más de 40 temporadas esperando por este instante de gloria. La época de sótano y desaliento quedó solo como un mero inquilino del recuerdo.
Los miembros del flamante campeón, junto a sus seguidores más cercanos, desfilaron en caravana por las principales calles y avenidas de la ciudad. En su sé-quito figuraron ómnibus, yipis, bicicletas, camiones, ciclomotores, automóviles… El ruido de los cláxones devino música de fondo que motivó el suceso.
Desde los laterales de las vías los campeones fueron vitoreados por niños, obreros, oficinistas, policías, vecinos, ancianos… Los más flemáticos dejaron a un lado su cordura y los más críticos reconocieron la proeza. Y hasta las amas de casa apagaron el fogón para no perderse detalles del agasajo.
Los teléfonos celulares se dieron banquete grabando para la posteridad la emotiva llegada a sus predios de los titanes. Ellos hicieron astillas los pronósticos de los escépticos. Y les dieron a sus huestes el mayor alegrón de su historia.
Al cierre de esta edición el equipo tunero recibía el reconocimiento de las autoridades de la provincia en la Plaza de la Revolución Mayor General Vicente García.
