Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Calenturas en el ecuador

La pelota en Cuba vive por estos días el éxtasis de varios estadios llenos

Autor:

Norland Rosendo

Pese a los desaguisados, que no son pocos, la pelota en Cuba vive por estos días el éxtasis de varios estadios llenos. El equipo sensación de la segunda fase, Sancti Spíritus, arrastra guaguas y guaguas repletas para aupar a unos Gallos que recuerdan mucho a los Azucareros que alguna vez fueron también. ¿Qué pasaría si ellos quisieran tomar ese mote que por historia les pertenece tanto como a villaclareños y cienfuegueros?

De hecho, ahora mismo son más Azucareros que los muchachos de Eduardo Paret. Esta semana los Gallos extendieron a ocho las victorias consecutivas con una sonada barrida ante Villa Clara en el estadio Sandino de Santa Clara y a partir de hoy van al asalto del Julio Antonio Mella, cuartel de los tuneros, líderes del campeonato.

Se auguran jornadas de mucha tensión y probables cambios en el ordenamiento, por eso les propongo analizar algunas jugadas de los últimos días. No está de más recapitular, porque los golpes en deporte deben dejar alguna moraleja.

Nadie pudo alertar al alto mando de Villa Clara de lo implacable que es el zurdo Yunier Mendoza contra pitchers siniestros. Les sirvo par de numeritos: ante derechos batea .327 y ante los de su mano, .435.

El lunes, con el juego 5-3, dos hombres en base y dos outs en el octavo, se la sirvieron en bandeja de oro al inicialista espirituano. Él, que no se inmuta mucho, vio que el entrenador levantó la mano zurda para pedir un relevista al bullpen y sonrió. Sonó doblete y abrió el marcador.

El miércoles, la misma historia, y Mendoza «molesto». Que vengan zurdos, que los estoy esperando. Poco pudo (y poco podía) hacer Freddy Asiel Álvarez para evitar el escobazo. Quizá ni Lázaro Blanco, el mejor de todos en Cuba, hubiera podido contener la furia de los Gallos, pues la paliza del último juego había empezado la noche antes.  

Había sido un juego parejo, cerrado, decidido de la manera más horrenda posible. Hay jugadas que cuestan un partido, una subserie, un campeonato. Jugadas que vacían gradas. Esta pudiera ser una de ellas: el empate estaba en segunda y la victoria en la inicial, Carlos Benítez, uno de los bateadores de más disciplina en home, se molestó con el conteo del árbitro y le dio un respiro al taponero José Ángel García, que lo fue preparando poco a poco hasta que lo ponchó.  

Y mientras Benítez abanicaba, el corredor de segunda se lanzó suicidamente al robo de la antesala. Ni siquiera pensó que en el círculo de espera estaba William Saavedra. Out 27. Una jugada extraída del manual de pelota cuadrada. Ni saliendo bien era sensata.

Ahora Villa Clara tiene balance de 18 y 18 y ocupa el cuarto puesto con un equipo a medias, pues varios de los lanzadores principales están lesionados. Les sacan apenas dos juegos a Industriales, elenco que casi barre a Ciego de Ávila, su verdugo de las últimas temporadas.

Dos derrotas más hubieran tenido un costo muy alto para las aspiraciones de clasificar de los Azules, pero los dirigidos por Rey Vicente Anglada se repusieron de los tres reveses en Sancti Spíritus y se volvieron a meter en la pelea por un cupo entre los cuatro semifinalistas.

Anglada siempre ha dicho que será difícil, pero  confía en que avanzarán, y ahora, después de quitarse en el momento exacto el maleficio de los avileños, buscarán cuando menos dos éxitos ante Holguín para depender más de sí mismos que de los rivales en sus aspiraciones de estar en la postemporada.

El diestro Vladimir García salvó el juego del martes cuando Industriales amenazaba con el empate, pero al día siguiente no pudo como abridor llegar al sexto ante unos Leones sedientos de victorias competitivas y sicológicas.

Tendremos un diciembre caliente. Unos buscan el primer lugar y otros se conformarían con el pasaje a los play off. Solo Holguín ya dijo, virtualmente, adiós.

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