Fidel Antonio Vargas ha sido el más resistente y el más veloz en Calima Autor: Omara García Publicado: 02/08/2018 | 10:07 pm
BARRANQUILLA.— Tanto Serguey Torres, como su entrenador Yosniel Domínguez, me aseguraron el primer día de competiciones del canotaje de estos Juegos Centroamericanos y del Caribe que el lago Calima, sede de este deporte, tenía fama de ser problemático por el viento que allí circula y por las olas que llegan a ser muy molestas. Sin embargo, al final de todo, los canoístas cubanos terminaron controlando las aguas del embalse Calima, las amansaron a su antojo y después de toda la quietud, salieron secos y orondos por el primer lugar por países obtenido en esta disciplina.
El kayakista santiaguero Fidel Antonio Vargas en el último día de boga completó un desempeño superior al alcanzado hace cuatro años en Veracruz. Además, Calima devino para él una plaza inolvidable, en la que mostró ser el más resistente el primer día y ayer el más veloz, tras vencer en la final del kayak monoplaza a 200 metros con tiempo de 36.399 segundos y así dejó en los puestos dos y tres al mexicano Alberto Briones y al boricua Eddy Barranco.
«Califico esta actuación de excelente, aunque uno nunca está conforme; esperaba las cuatro doradas, pero estoy supercontento, mejoré mi actuación de Veracruz 2014, donde conseguí dos títulos. Este resultado es el fruto de años y años de entrenamiento, no puedo decir que estaba confiado, pero sí seguro de que cerraría con broche de oro, pues siempre me corresponde hacerlo», declaró a la prensa el indómito, quien se despidió con dos cetros, una plata y un bronce, máximo medallista de este deporte por la Isla en la justa regional.
Por su parte, la cienfueguera Yurieni Guerra, igualmente se convirtió en multimedallista en el cierre del canotaje de estos Juegos, tras ponerle nafta a sus paletadas en el K1 a 200 metros y terminar con el título gracias a un crono de 39.043 segundos, para dejar como subtitular a la azteca Brenda Gutiérrez y en bronce a la local Yerly Muñoz. La sureña colocó en sus anaqueles dos cetros y un bronce.
«Quiero dedicar la medalla de oro que más quería —K1 a 200 metros— a mi pueblo, pues en realidad soy resistente, pero no tan rápida, por eso disfruto tanto esta victoria. Aunque ya había obtenido el título en K1 a 500 y bronce junto a Flavia López en esa misma distancia, esta era la buena, soñaba con este triunfo y esa era la ansiedad que tenía, pero ya soy una mujer feliz totalmente», expresó.
Con estas dos coronas, el canotaje cubano culminó sus remadas en el lago Calima con faena de seis coronas, un subtítulo y par de preseas de bronce, cosecha que superó en tres diademas lo logrado por México.