Roel, poesía en las piernas

BAYAMO, Granma.— Con el permiso de Raúl González, el hombre de los dos bambinazos, y de Alfredo Despaigne, voy a empezar escribiendo de Roel Santos, uno de los principales artífices de la remontada que tiene a Granma a un triunfo del bicampeonato, tras imponerse anoche por 11-5.

El muchacho de Niquero anda con el bate sincronizado a las piernas. Acumula 11 hits en la final y cuatro boletos, y la primera es una base que calienta poco; llega y se suelta en busca de la segunda y hasta de la tercera con roletazos por el cuadro.

Su machucón del miércoles en el octavo fue el inicio de la gran rebelión de los Alazanes. Anoche volvió a desbrozar el camino para que su equipo se desbocara a batazos. En el tercer inning recibió boleto, se robó en un embalaje felino el segundo cojín y desde allí anotó por incogible de Yordan Manduley. Siete carreras anotaron los anfitriones en ese episodio, con Grand Slam de Raúl González incluido.

Roel llevaba siete hits consecutivos cuando roleteó por el paracortos en el quinto, corrió como Usain Bolt, pero el anotador apreció que si Ayala no hubiera tirado mal era out; yo, que estaba cerca, no me atrevería a asegurarlo.

El quinto empezó con desconciertos en uno y otro bando, protestas por el conteo, un segundo out que Yulexis la Rosa pensaba que era el tercero de un inning, un doble robo pésimamente ejecutado, noveno y primero de la alienación de los Leñadores haciendo swings de sluggers, entre otras imprecisiones opacadas por el desborde ofensivo de los dirigidos por Carlos Martí.

En su noche, el antesalista de Granma, bateó de 4-4, con dos vuelacercas y un doblete, y también hubo un jonrón de Manduley en el octavo con Roel en circulación por pelotazo.

La afición tunera tuvo su momento en el sexto acto, cuando explotaron a dos pitchers del mismo apellido: García, Ulfrido, el abridor, y César, el primer relevo. Con cuatro envíos, Yosver Zulueta ponchó a Yosvani Alarcón y obligó a Ayala a roletear por el camarero.

Los Leñadores siguieron embasando hombres en los innings siguientes, pero se quedaron a la espera de una buena conexión ante los lanzamientos veloces de Raidel Martínez, quien se apuntó el cuarto salvamento.

Con ese triunfo los Alazanes se despidieron invictos ante su afición en esta postemporada: tres juegos ganaron aquí en la semifinal y otro trío ahora. Mientras, sus oponentes llevan cuatro éxitos consecutivos en sus predios del Julio Antonio Mella. ¿Seguirá la balanza inclinándose a favor de los anfitriones? El fin de semana sabremos.

Por ahora, a empaquetar que volvemos a Las Tunas.