Bartoli de 33 años planea regresar a las canchas a mediados de marzo. Autor: El País Publicado: 10/01/2018 | 12:34 pm
Hoy es noticia en el mundo del tenis el regreso a las canchas de la francesa Marion Bartoli, luego de cinco años alejada del deporte activo.
El retiro de la europea en 2013 causó conmoción a nivel internacional pues sucedió un mes después de haber conquistado el mayor logro de su carrera deportiva, el Wimbledon, en julio de ese año.
Pero lo que pocos sabían era que la muchacha, que tiene ahora 33 años, estaba siendo víctima de las burlas y la violencia psicológica de un novio que no paraba de llamarla «gorda» y de compararla con otras mujeres más «guapas».
La gala, que mientras estuvo compitiendo ganó 73 kilogramos, en 2016 llegó a pesar 42, y tan deplorable estuvo su condición que la organización de Wimbledon le impidió participar en un partido de exhibición tras evidenciar su frágil estado físico.
Ahora, vuelve al tenis tras superar esa etapa, incluido el novio cruel, y según aseguró el diario español El País, lo hace con una sola idea en la mente: «Jugar grandes partidos en canchas grandes y sentir de nuevo esas emociones».
Desafortunadamente esta no es la única historia que evidencia las discriminaciones que sufren los deportistas en algunas ocasiones debido a su aspecto físico, por ejemplo, durante los Juegos Olímpicos de Río en 2016 fueron varios los criticados, sobre todo en las redes sociales.
Sobresalen nombres como los de la gimnasta mexicana Alexa Moreno, de 22 años, quien durante su presentación en la cita multideportiva de Brasil fue juzgada y criticada por su apariencia.
La gimnasta mexicana Alexa Moreno fue juzgada y criticada por su apariencia durante la cita de Río en 2016. Foto: Debate
O el de Robel Kiros Habte, apodado en la red de redes como «La ballena Etiope». El nadador de Etiopía por su complexión física fuera de las normas acostumbradas de su deporte se enfrentó a duras críticas de toda la palestra pública.
«La ballena Etiope», fue así que se le conoció en la red de redes a este nadador. Foto: El Mundo
El caso de Teresa Almeida fue otro de los más conocidos, la guardameta de la selección femenina de balonmano de Angola soportó burlas a causa de sus 98 kilos de peso, aunque aseguró que se siente muy a gusto con su cuerpo.
Teresa Almeida afirma sentirse a gusto con su cuerpo. Foto: Issues
Por su parte, la judoca Rafaela Silva luego de su lamentable actuación en Londres 2012, donde fue descalificada, dijo haber considerado renunciar a seguir en el deporte debido a que en aquella ocasión recibió comentarios en Twitter despectivos y racistas, los usuarios se referían a ella como «vergüenza nacional», «mono» y «macaco». Actualmente es la campeona olímpica en su división.
La judoca Rafaela Silva pensó dejar el deporte, sin embargo, hoy es la campeona olímpica de su división. Foto: Issues
Y quién no conoce el caso de la sudafricana Caster Semenya. La corredora fue obligada a realizarse un test de género para confirmar que era una auténtica mujer pues su aspecto varonil recibió denuncias de otras atletas en 2011.
El examen comprobó que sufre de una anomalía cromosómica, o sea, que la muchacha posee genitales femeninos al exterior pero testículos de manera interna.
Caster Semenya, la corredora sudafricana que fue obligada a someterse a un test de género. Foto: Issues
La otra cara de la moneda la constituyen un grupo de deportistas que son famosos a pesar de ser gordos. Pero esa, es otra historia.