Marlies impresionó en su estreno. Autor: Ricardo López Hevia Publicado: 21/09/2017 | 06:44 pm
SOROA (Artemisa).— En la lista de competidores no hay atletas con el número 13. «Es por mística, nadie lo quiere por aquello de la mala suerte», fue la respuesta que me dio Víctor Mur, el jefe de prensa, cuando le pregunto el por qué de la omisión. Sin embargo, este lunes la cubana Marlies Mejías, en su debut como corredora de mountain bike, ha entrado decimotercera a la meta y fue la noticia del día.
Bueno, una de las noticias protagonizadas por las cubanas en esta primera etapa de la segunda edición de la Titan Tropic. Desde que esperaba en la línea de salida, Marlies, una chica que siempre tiene la sonrisa a flor de labios, estaba muy seria. Su rueda delantera era la proa del pelotón de 148 ciclistas. Parecía inquieta, nerviosa.
Salió como un bólido, una exhalación, cuando hacía muy poco que el reloj había marcado las 8:00 a.m. y aún la neblina estaba por los hombros de las lomas. Siguió ese paso raudo, sin dejarse intimidar por hombres que tienen mucha experiencia en esta modalidad del ciclismo. Ella, séptima en la exigente especialidad del ómnium (pista) en los pasados Juegos Olímpicos, se guardó la risa y apretó las piernas.
Cruzó la meta al cabo de 3:51.29 horas, soltó la bicicleta y fue directo al suelo. Exánime. Sin voz. Masticó hielo, mientras se recuperaba. A su alrededor, absortos, no pocos periodistas y organizadores aguardaban para saber, de primera mano, cómo pudo ser. «Es una crack», dijo un colega.
Pasaron casi diez minutos para que pudiera levantarse. Entonces, como siempre, sonrió, y dio declaraciones: «No esperaba este resultado, pues apenas tuve dos semanas para entrenar. Es espectacular el puesto 13 entre hombres y todo.
«Del paisaje no me pregunten, porque apenas lo disfruté. Estuve como 30 kilómetros pedaleando sola y el mountain bike es muy difícil, más de lo que suponía. Yo nunca había montado en una bici con estas características; ahora admiro mucho más a mi compañera Olga (Echenique), que si es fan a este especialidad».
Marlies le sacó 6:22 minutos a la segunda mujer que cruzó la meta, la española Nuria Picas, y 13:02 minutos a Olga, la campeona del año pasado, que llegó tercera entre las féminas. ¡Pero qué tercera!
Tuvo un percance al cruzar un puente: la bicicleta se le cayó, ella quedó colgando en el aire y vio cómo se rompía, por suerte, solo el sillín. Los últimos 50 kilómetros los tuvo que pedalear sobre bielas. A pura piernas.
Cuenta Juan Porcar —el creador de esta competencia y de la «hermana mayor» que se realiza en el desierto, en Marruecos— que lo de Olga, además de una proeza, es un récord para mujeres en carreras de titanes. En las Titan Desert, recuerda Juan, hubo un hombre que corrió una etapa de 70 km sin asiento y el año pasado también le ocurrió aquí a un competidor, pero fue en un tramo menor.
Entre los varones, el rey vigente, el colombiano Diego Alejandro Tamayo dejó claro desde los primeros metros que vino a Cuba a revalidar su título. Se enfundó la camiseta de líder en la clasificación general con tiempo de 3:19.59 minutos. Un minuto y 59 segundos después llegó el catalán Ismael Ventura; y en los lugares tres y cuatro, dos cubanos: Yoandy Freire (a 8:19) y Álvaro Soca (a 9:12).
Freire pedaleó un buen tramo con Tamayo, pero las fuerzas no le dieron para sostener el mismo ritmo del colombiano. «Tiene mucho más nivel competitivo que nosotros», comentó el muchacho de Sancti Spíritus, quien estuvo un tiempo corriendo en pruebas de mountain bike en Ecuador.
(A ambos cubanos, junto a otros cuatro atletas, la dirección de la carrera los penalizó con cinco minutos —ya incluidos en el tiempo dicho— por recortar el recorrido. Según explicó Soca a JR, el error se produjo porque siguieron una ruta del año anterior).
Un poco más rezagados arribaron, casi al mediodía, los también anfitriones Yasmani Balmaceda (puesto diez a 18:48) y José Mojica (12, a 28:01). Entre uno y otro, el español Josep Betalú, uno de los favoritos después de que se alzara con el «premio gordo» de la Titan Desert este año.
Yasmani confesó que no quiso emplearse a fondo en esta fecha, «reservé energías para lo que viene, la montaña, que es lo duro». Por su parte, Mojica, candidato al trono, sorprendió con esa ubicación. «No sé qué me sucedió, me sentí débil, sin fuerzas, con calambres, algo extraño. Como vine por podio, aprovecharé mis habilidades como escalador en la segunda etapa para recortar diferencia», explicó.
El último cubano en completar el circuito de 106 kilómetros fue Jairo López, quien con tiempo de 4:10.30 horas, amaneció hoy en el escaño 29 en la clasificación general.
Hoy se correrá la segunda jornada del giro, un segmento de 114 kilómetros entre Soroa y Viñales, otro de los parajes más exuberantes de la geografía occidental, considerado Paisaje Cultural de la Humanidad, por la Unesco.