El refuerzo villaclareño Ariel Borrero vuelve a ser clave para las aspiraciones de los Tigres avileños. Autor: Juan Moreno Publicado: 21/09/2017 | 06:30 pm
Una vez más, la novena pinareña se asoma al abismo. En el duelo de esta tarde frente a los Tigres de Ciego de Ávila aún no le va la vida, pero solo un triunfo sería lo más parecido a un seguro de supervivencia.
Yosvani Torres, el as de la rotación vueltabajera, será el encargado de sostener las esperanzas, aunque con la desventaja de 0-2 que arrastraron los Vegueros hacia su Capitán San Luis, es altamente probable que el timonel Jorge Ricardo Gallardo eche mano a todo lo disponible.
Ya escribimos que estériles serán los esfuerzos de todo el staff, si los pativerdes no terminan de desentumir sus maderos. El grupo necesita tanto que un hombre como Donal Duarte pueda rendir al nivel acostumbrado —después del calendario regular promedia para solo .147—, como que los refuerzos materialicen contribuciones de peso a la causa, algo que les ha fallado en los últimos tiempos.
Se ha repetido, y con razón, que un gran por ciento de las posibilidades de éxito en esta fase depende del aporte de los sumados en el camino, y en este acápite la nave pinareña no ha navegado con la mejor de las suertes. El mejor ejemplo es el del mayabequense Denis Laza, quien no ha logrado conectar su primer hit en los 22 turnos que lleva entre semifinal y final, mas no es el único caso.
En el mismo saco pudieran estar el villaclareño Andy Sarduy con un promedio de .115 en la postemporada, o el zurdo pinero Wilber Pérez, errático en sus tres presentaciones, pues ha permitido siete anotaciones —todas limpias— en apenas 2.1 innings de actuación. Si a eso le sumamos las mermas del villaclareño Lázaro Ramírez, y la ausencia del cienfueguero Yusniel Ibáñez, ambos por lesión, el panorama no es muy esperanzador.
Del otro lado, Roger Machado buscará dar un golpe demoledor con Dachel Duquesne en la lomita. Al timonel avileño le salió bien la movida de Lázaro Blanco al puesto de segundo abridor en este pulso, y con sus actuaciones en la postemporada, el refuerzo granmense clasifica como una de las adquisiciones más rentables. Apenas dos anotaciones, solo una limpia, en 14 entradas repartidas en par de aperturas, dan fe de ello. Pudiera añadirse que únicamente seis bateadores le han conectado hit, y le promedian para un discretísimo .133.
Buenas sensaciones, como de costumbre, va dejando el experimentado villaclareño Ariel Borrero (.346, dos dobles y cuatro remolques en el tramo) y nada despreciable ha sido el aporte de su coterráneo Yeniet Pérez a pesar de su menor average (.240), pero con ocho empujadas a su cuenta.
Más que aceptables han sido las prestaciones del lanzador santiaguero Alberto Bicet con balance de 1-0 en sus tres presentaciones —una de ellas como abridor—, y el único «incorporado» que sigue en deuda es el jardinero granmense Guillermo Avilés, pues sus cuatro imparables en el último cruce con Industriales son lo único destacable en todo el trayecto.
En teoría, y sin contar el de hoy, quedarían cinco desafíos para el final, pues aun con los dos triunfos iniciales de los Tigres, siguen siendo muy pocos los que esperan una nueva barrida. Así, habría más oportunidades para que estos refuerzos dejen su huella en el posible triunfo de su equipo. ¿Cuál de ellos será más determinante? Esa es una historia que falta por escribir.