Realmente, nunca esperé una jornada de viernes tan aciaga para los dos gladiadores cubanos que intervinieron en el Campeonato Mundial de Lucha Libre, con asiento en la ciudad estadounidense de Las Vegas.
Esa pálida cota fue de un combate ganado y dos perdidos, que se «traduce» en cero medallas, y por consiguiente, infructífera captura de cupos para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.
Según reflejó el sitio web del certamen, el único triunfo fue al aval del santiaguero Javier Cortina (97), bronce mundial en Tashkent 2014, quien venció 5-0 al griego Micheil Tsikovani, antes de caer por superioridad técnica (0-10) frente al avezado kirguizio Magomev Musaev, segundo este año en el torneo asiático.
Pero si me impactó el desliz de Cortina, me costó mucho más creer la derrota del doble subcampeón del orbe Reineris «el Gimnasta» Salas (86) ante el venezolano Pedro Francisco Ceballo. La página oficial mostró que el combate terminó 4-4, lo cual evidencia que el morocho marcó el último punto de la igualdad.
Hoy, en el cierre de las hostilidades, irán al colchón otros dos gladiadores cubanos en busca de la presea «perdida» del estilo libre. Ellos son el pinareño Liván López (74), plata en el Mundial de Budapest 2013 y bronce en Estambul 2011, y el guantanamero Yowlys Bonne (57), tercero en Tashkent 2014. (J.L.L.S.)