Gracias a una cosecha de dos metales dorados y tres preseas de bronce, la comitiva cubana abrazó un histórico segundo lugar en el recién finalizado XXI Campeonato Mundial de Taekwondo, que tuvo por escenario a la localidad de Puebla, México.
La representación de la Mayor de las Antillas, de apenas ocho competidores, solo fue superada por Sudcorea, y le usurpó a los anfitriones el subliderato en el medallero.
Los atletas y el cuerpo técnico se llevaron de suelo azteca la admiración y el afecto de los presentes. Si no pregúntenle a Glenhis Hernández (-73 kg) o a Rafael Alba (-87), nuestros flamantes monarcas del orbe, vitoreados todo el tiempo por el graderío mexicano como si se tratara de sus ídolos locales.
Los otros países se sorprendieron con los cubanos, quienes casi sin topes de confrontación se colaron en la élite mundial.