Miles de cubanos practican el ajedrez. Autor: Raúl Pupo Publicado: 21/09/2017 | 05:28 pm
Ernesto Guevara tuvo un sueño —en realidad fueron muchos, algunos devenidos historia palpable, otros aún dispersos en el saco de la espera y el olvido—, pero yo me refiero a este específicamente, en donde miles de cubanos practican el ajedrez, disfrutan el romance con cada trebejo, hacen del pensamiento y la reflexión un ejercicio constante, necesario para el desarrollo de una nación que hoy marcha hacia el mejoramiento, el progreso.
La V edición del torneo Tras las Huellas del Che transita su recta final y lejos de dedicarle un espacio al rendimiento de los mejores equipos en disputa —esa deuda quedará saldada al término de la competición—, les regalaremos algunas imágenes de esta fiesta de todo el pueblo, un evento en el que confluyen cientos de aficionados al juego ciencia, niños, jóvenes, ancianos, personas de todo tipo, aunados con el solo objetivo de fraternizar y pasar un buen rato, muestra harto elocuente de las características y el verdadero objetivo del movimiento deportivo de Cuba: enlazar, no medallas, sino corazones.