El canadiense Osquel Barroso, subdirector de Investigaciones de la Agencia Mundial Antidopaje. Autor: Calixto N. Llanes Publicado: 21/09/2017 | 05:21 pm
EL alerta está hecho: hay que blandir cuantas armas existan para erradicar el flagelo del doping, que tanto lastra la actividad deportiva en la actualidad.
En el capitalino Palacio de las Convenciones, se cerraron este viernes las cortinas del VI Congreso Internacional de Medicina y Ciencias Aplicadas al Deporte y la Actividad Física. Entre los delegados, brilló con su Conferencia Magistral el doctor canadiense Osquel Barroso, subdirector de Investigaciones de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), quien luego conversó en exclusiva para Juventud Rebelde.
—¿Qué es la AMA y cuáles son sus funciones?
—La AMA es una fundación privada que radica en Suiza. Surgió en el año 2003 con el objetivo de coordinar la lucha contra el dopaje a nivel mundial. Esta labor la ejecuta a través del Código Mundial Antidopaje y los estándares internacionales. Además, elabora las regulaciones y controla su cumplimiento por las diversas federaciones internacionales, el COI, los Gobiernos y muy especialmente por los propios deportistas, hacia quienes enfoca su programa informativo y educativo, para que no haya necesidad de sancionarlos severamente si incurren en ese delito.
«Igualmente, se presta vital interés a la lista de sustancias prohibidas —documento que se revisa y publica cada año—, a los laboratorios antidopaje y a los programas de investigación científica. Y algo clave es identificar las sustancias doping, incluso, antes de que lleguen al mercado. En muchos casos, las desarrolladas con fines terapéuticos son utilizadas por los tramposos.
—¿Con qué «armas» cuentan para realizar las pruebas antidoping?
—Actualmente existen 33 laboratorios acreditados en el mundo. La mayoría se concentra en Italia, por razones históricas y económicas. Pero hay seis en América y uno está aquí en La Habana. Las muestras recogidas en una prueba se pueden conservar hasta ocho años. Incluso, la AMA tiene pensado analizar, ahora, exámenes que se llevaron a cabo durante los Juegos Olímpicos de Beijing, para que ningún atleta piense que está «limpio» si cometió alguna infracción.
—Esta lucha mundial contra el doping es una labor muy costosa. ¿Podrá la AMA soportar los embates de la crisis económica mundial?
—Los ingresos globales del deporte no se corresponden con los recursos disponibles para combatir el dopaje en todas sus manifestaciones. El deporte genera miles de millones de dólares en el planeta cada año, pero lo que se invierte en la lucha contra el doping es menos del 0,5 por ciento del total. No obstante, debemos continuar nuestra lucha.