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Los cubanos tratarán de mejorar el segundo lugar que alcanzaron el año pasado en la primera fase de la Copa. Autor: Raúl Pupo Publicado: 21/09/2017 | 05:06 pm
Los muros cubanos volverán a estremecerse tras el inicio de la XXI Copa Capitán San Luis de Pelota Vasca, con sede en el capitalino Complejo Raúl Díaz Argüelles a partir de hoy. Esta vez serán tres las «naves» foráneas que atracarán en la Isla para disputar la supremacía en la justa con el elenco antillano.
España tratará de repetir su conquista del pasado año en esta primera fase de la competición, por lo que se atisba algo difícil para México, Venezuela y Cuba despojarse de estos nuevos intentos «coloniales».
En el trinquete a 30 metros, las mujeres competirán en la modalidad de paleta con pelota de goma. Por su parte, los hombres rivalizarán en el xare, paleta con pelota de cuero, y mano individual.
Mientras, en el frontón a 30 metros azotarán las murallas especialistas en uno y otro sexos en el frontenis olímpico y preolímpico, así como en el doble para féminas. Además, harán su aparición los hombres en la paleta de goma individual.
La pareja cubana de Lisandra Lima y Yasmari Medina, bronceadas en el frontenis a 30 metros durante el pasado Mundial de Pelota Vasca, comandará a las chicas de casa en sus aspiraciones de mejorar el lugar alcanzado hace un año. De igual forma, Asuán Pérez y Frendy Fernández, terceros con la pala corta a 36 metros en la misma cita mundialista, defenderán las murallas del complejo habanero.
En la edición de 2010 España se llevó el barco lleno tras bañar su proa con el oro de tres medallas. Los nuestros conquistaron dos cetros para finalizar en el segundo escaño de la tabla general por países.
El compromiso internacional más cercano de los criollos será el torneo de los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011, previstos para octubre. Un mes después, los cubanos estarán «calientes» para repeler la invasión extranjera durante la segunda fase de la Copa Capitán San Luis.
En la parada invernal de 2010 el asedio que mantuvieron las selecciones de España y Venezuela finalizó con la retirada forzosa de sus «flotas» ante el dominio antillano en el medallero general de la competencia.
En aquella ocasión, los pelotaris de Cuba guardaron ocho preseas en el jamo, truncando las intenciones extranjeras de derrumbar los frontis del patio.
