Los miembros del Centro tienen sembrados de calabaza, tomate, lechuga, ají, cilantro y plátano, y ya cultivan varios árboles de aguacate. La geografía que describen los macizos montañosos enclavados en el territorio de Cienfuegos, deviene plaza idónea para el entrenamiento de innumerables modalidades deportivas. Precisamente por estas benévolas ventajas topográficas, la Federación Cubana de Ciclismo trasladó el Centro Técnico hacia la localidad de Rancho Luna.
De este recinto se nutren las selecciones nacionales que radican en el Velódromo capitalino, en especial la de ruta. Los técnicos, conocedores de cuanta energía tributa ese bien llamado «entrenamiento en la altura», planifican la preparación física más severa en la Loma de la Ventana, para desarrollar en sus discípulos las habilidades de escaladores.
Un especialista de ruta necesita una gran preparación física que le asegure no flaquear en los terrenos montañosos inherentes a las etapas de los diversos giros ciclísticos. Pero si en el diario pedalear, alguno de ellos presenta credenciales y ritmo que lo «descubren» como un buen pistero, también puede ser promovido al equipo nacional de esa modalidad.
Todo ello pasa por los ojos de los entrenadores Nelson Jacomino y Wilmer Rodríguez, este último con participación en cinco ediciones de la Vuelta a Cuba, donde rueda por las carreteras cubanas un equipo de este Centro Técnico.
Doce ciclistas, menores de 23 años, se enrolan en la nómina del Centro, y de ellos, solo uno es cienfueguero. ¿En casa del herrero, cuchillo de palo?
Puede ser, pues las provincias más representadas son Ciudad de La Habana (tres alumnos), Villa Clara y Matanzas (dos). La matrícula se completa con un pedalista de Las Tunas, Sancti Spíritus, Pinar del Río y La Habana.
En un futuro, se prevé cupo para 40 ciclistas en este Centro Técnico, incluyendo a las damas, y pudiera incluirse la modalidad de mountain bike.
«Delfines» y autoabastecimientoEste Centro, que se abrió en el mes de septiembre de 2008, radicaba desde 2002 en el Motel Deportivo, el cual actualmente exhibe una pálida imagen. Por eso, las palmas para quienes gestionaron el traslado hacia Rancho Luna, a pocos metros de la orilla del mar, con mayores y mejores espacios para el entrenamiento y el necesario descanso de los ciclistas.
La instalación, ubicada delante del bello Delfinario cienfueguero, cuenta con excelentes habitaciones para ciclistas y entrenadores, pero requiere de mayores opciones para el entretenimiento del grupo en su tiempo libre.
Ahora, en un breve espacio de tierra, los miembros del Centro —incluidos los pedalistas—, laboran en pos del autoabastecimiento. Allí tienen sembrados de calabaza, tomate, lechuga, ají, cilantro y plátano, y ya cultivan varios árboles de aguacate.
Ciclos no son color de rosaExiste un taller para arreglar los ciclos que sufren alguna rotura, pero se precisan utensilios para poder trabajar con mayor eficiencia. A pesar de lo provechosa que resulta esta academia para el ciclismo cienfueguero y nacional, existen allí algunas carencias, las cuales podrían ser resueltas en un breve lapso de tiempo.
Entre estas penurias sobresale la ausencia de implementos para entrenar las pesas, vitales en el fortalecimiento del tren inferior del ciclista.
«A falta de pesas, los ejercicios de fuerza los suplimos con las carreras de salto en la arena de la playa, donde también practicamos voleibol y fútbol. Además, se hace mucha natación», aseveró a JR Wilmer Rodríguez.
Mientras, Fuentes acotó que de-bían crearse mejores condiciones en el taller mecánico. «Ya tenemos un gimnasio para entrenar las pesas y un taller en el cual arreglar los ciclos que sufren alguna rotura. Pero precisamos de los utensilios para poder trabajar con mayor eficiencia», sentenció.
Este jueves, los jóvenes ciclistas del Centro Técnico cienfueguero efectuarán un provechoso tope contra el equipo nacional de ruta. Ambos conjuntos se preparan para la Vuelta a Cuba, que se iniciará el venidero día 10 de febrero.