El partido más llamativo de la primera jornada es el clásico enfrentamiento entre los azules de la capital y las avispas orientales en el estadio Latinoamericano
Presenciar el temprano duelo entre Santiago de Cuba e Industriales será, para algunos, como un regalo que les da la vida.
No se anduvo con chiquitas la Comisión Nacional de Béisbol; después del duelo de la inauguración, entre las avispas monarcas nacionales y el crecido Pinar del Río, un plato exquisito está sobre la mesa, la ardiente serie que se anuncia en el primer párrafo.
Hace falta cordura, sobre todo entre aquellos que se mecen en las olas de la siempre abigarrada concurrencia. Grite usted, amigo mío —claro que sin ofensas—, el estadio es tal vez el único sitio donde el ruido no constituye pecado. Pero no pierda los estribos, no excite artificialmente sus sentidos, porque ni sus vecinos de asiento ni los actores sobre el terreno son merecedores de agresión alguna.
Ocho juegosMientras los santiagueros tratan de sacudirse, a costa de Industriales, del revés inicial, Pinar del Río buscará extender su primer paso feliz.
Flotan dos interrogantes en cuanto a las alineaciones de este martes, la primera jornada con actividad en ocho parques; una es el posible retorno de Alexei Bell al juego diario, después del pelotazo sabatino, y la otra se personifica en Yosvany Peraza, quien añadiría poder a los más occidentales, si es que está curado de una leve cortadura en una ceja.
Es tan masiva la programación del oeste, que el verde caimán de nuestra geografía está a punto de inclinarse sobre su cola: el equipo de Las Tunas está en Pinar del Río, Camagüey en la Isla de la Juventud, Guantánamo en La Habana, Holguín en Cienfuegos y Granma en Sancti Spíritus.
Solo un par de programas se escenifican en la región oriental, los de Matanzas en Villa Clara y Metropolitanos en Ciego de Ávila.
Con los puntuales cambios de temperatura que experimenta ahora nuestro moderado invierno, buena parte de la temporada se nos irá como en un soplo: descanso de fin de año en menos de un mes (29 de diciembre al 2 de enero) y receso por el II Clásico Mundial, a partir del 9 de febrero.
En ese instante cada elenco habrá disputado 57 de los 90 pleitos de su calendario clasificatorio, y la pausa no hará más que atizar la polémica nuestra de cada día.