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Algunos olímpicos como el minimosca Yampier Hernández han tropezado en esta final. Foto: Calixto N. Llanes Santiago de Cuba.— Con nuevos bríos tras una jornada de descanso general, hoy se reanuda en esta ciudad la final del Campeonato Nacional de boxeo por equipos. Y el programa puede ser definitorio para varias selecciones.
Por lo visto hasta ahora, la tropa de Ciudad de la Habana sigue como la gran favorita para alzarse con el trofeo, pues ha salido airosa en sus dos primeras presentaciones frente a Guantánamo y Camagüey, y encabeza la tabla de posiciones con 103 puntos.
Un triunfo esta noche frente al elenco anfitrión pudiera darles a los capitalinos una ventaja difícil de ceder en sus próximos duelos ante Villa Clara —segundo hasta ahora con 90 unidades— y Pinar del Río (71).
En contraste, un nuevo tropiezo de los indómitos (84) —cayeron el martes inesperadamente frente a sus vecinos guantanameros (87)—, los «sacaría del juego». Sucede que les restaría enfrentar a la bien preparada escuadra agramontina (85) en uno de sus últimos dos compromisos.
Por cierto, los camagüeyanos se medirán hoy con los vueltabajeros en el primer turno, mientras en la cartelera intermedia los del Guaso tratarán de frenar el ímpetu villaclareño.
Si la lógica se impone, la amplia experiencia de los capitalinos, con cuatro «olímpicos» y dos recientes monarcas universales de la categoría juvenil en sus filas, volverá a ser definitoria.
En medio de este panorama, la porfía más enconada queda reservada entonces para repartir el resto de los escaños. Como hace un año, la inclusión de nuestras principales figuras le ha aportado un mayor nivel técnico a la justa, que también se ha beneficiado con el refuerzo de algunos equipos.
Sobre esto último existen diversas opiniones y todas merecen un análisis que necesitaría más espacio del que hoy dispongo. Pero les adelanto que me parece acertado.
Aunque aún resta mucha «guerra» antes de hacer el resumen, me arriesgo a vaticinar que el próximo Campeonato Nacional Playa Girón —Guantánamo, enero— no será un paseo para los consagrados. Bajo diferentes circunstancias, aquí cedieron hombres como Yampier Hernández, Yordenis Ugás y Robert Alfonso. Además, un experimentado como Andry Laffita salió ileso por apenas un golpe.
Digan lo que digan, se ha comprobado una verdad del tamaño de un templo: hay una generación con hambre de gloria. Y está empujando.
