Fatigadas, después de burlar el cerco que imponen las noticias de fútbol, tenis y de las Grandes Ligas del béisbol estadounidense, llegan por fin a nuestra redacción las informaciones sobre la «Súper Final» del campeonato ruso de ajedrez.
Es obvio decir que ningún otro torneo nacional tiene tanta fuerza como este. Imagínense que casi todos los «monstruos» de Rusia accedieron a pelear hasta el próximo día 15 en el legendario Club Central de Ajedrez de Moscú.
Solo hay tres ausencias importantes, aunque una se esperaba. Me refiero a la de Vladimir Kramnik (2772), quien se prepara afanosamente para el duelo por el título mundial que sostendrá en breve contra el indio Viswanathan Anand (2783). Otra fue accidental, pues Alexander Grischuk (2719) se sintió indispuesto a última hora y fue sustituido por Konstantin Sakaev (2640).
Y sobre la última no se ha dicho nada, pero tampoco se nota como las anteriores. Se trata de Sergei Rublevsky (2702). Estas bajas le bajaron un poco la categoría al evento, aunque sigue siendo altísima: XVII, con 2673 puntos de Elo promedio entre todos los participantes.
Tras perder algunos puntos en la clasificación mundial, Peter Svidler parece haber recuperado su mejor ajedrez. Foto: Fred Lucas En la nómina destaca el segundo del escalafón universal, Alexander Morozevich (2787), junto a otros cuatro miembros del club 2700: Dmitry Jakovenko (2737), Peter Svidler (2727) y Evgeny Alekseev (2715). Compiten además Artyom Timofeev (2670), Ernesto Inarkiev (2669), Alexander Riazantsev (2656), Alexander Lastin (2651), Evgeny Tomashevsky (2646), Nikita Vitiugov (2638) y Konstantin Maslak (2544).
La competencia es un «todos contra todos» y los jugadores no pueden ofrecer tablas directamente a sus rivales. Tienen que hacerlo a través del árbitro, algo que me encantaría aplicar en nuestros campeonatos nacionales.
El ritmo de juego es cien minutos para los primeros 40 movimientos y luego otros 50 para las siguientes 20 jugadas. A continuación se conceden 15 minutos, con 30 segundos de incremento por cada movida, hasta finalizar la partida.
Después de las tres primeras rondas, Svidler iba delante con triunfos consecutivos sobre Inarkiev, Morozevich (con negras) y Riazantsev. Es un avance, pero falta mucho por ver todavía.