El pasado domingo 13 de abril, nuestro equipo protagonizó un lamentable incidente en el juego que sostuvimos contra la representación de Sancti Spíritus.
Lo que ocurrió, nada tiene que ver con la conducta y ética que han caracterizado a los equipos pinareños en la historia del deporte cubano.
Consideramos un deber y una obligación brindar a las autoridades deportivas de nuestro país, y muy especialmente a toda la afición cubana, las más sinceras disculpas.
Hemos analizado críticamente nuestra conducta e incorrecta proyección y nos comprometemos ante la afición a que hechos como este jamás se repetirán.
Si en algún momento algún irresponsable violara este compromiso y asumiera una conducta de ese tipo, deberá tener la absoluta seguridad de que tendrá que asumir las más severas medidas disciplinarias.